Xi Jinping, líder del gobierno chino, arribó esta tarde al Palacio de Gobierno, donde fue recibido por la presidenta Dina Boluarte en el marco de su visita a Perú, que coincide con la reunión de alto nivel del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC 2024) y la inauguración del megaproyecto portuario de Chancay.
El presidente de Indonesia, quien también estaba en Lima, vivió un curioso incidente cuando tuvo que esperar más de 10 minutos para ingresar al Palacio de Gobierno. Se le indicó a su chofer que diera una vuelta adicional mientras aguardaba su turno.
El mandatario chino llegó acompañado de su comitiva alrededor de las 17:40 horas, siendo recibido con honores por el gabinete ministerial, con quien tuvo la oportunidad de saludar antes de la reunión programada. En este encuentro se espera que ambos presidentes, junto con sus respectivos ministros, firmen acuerdos de cooperación bilateral.
En una declaración previamente publicada en el diario oficial El Peruano, Xi Jinping resaltó el megapuerto de Chancay como una clave para la prosperidad, un proyecto que, según él, fortalecerá no solo los lazos comerciales entre China y Perú, sino también la relación entre China y América Latina en general.
Durante su estancia en el país, Xi también participará en la cumbre de APEC y procederá a inaugurar el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, un megaproyecto situado en la provincia de Huaral, desarrollado por la empresa china Cosco Shipping.
La visita de Xi a Perú subraya los crecientes intereses comerciales de China en Latinoamérica, una región donde ha aumentado significativamente su presencia desde principios de siglo. En el año 2000, las exportaciones latinoamericanas hacia China representaban menos del 2% del comercio total, pero para 2008, este intercambio creció a una tasa anual del 31%, lo que refleja el creciente vínculo económico.
China ha suscrito tratados de libre comercio con varios países latinoamericanos, incluidos Perú, Chile, Ecuador y Costa Rica, y actualmente mantiene negociaciones con Uruguay para expandir aún más sus relaciones comerciales con la región.
La inauguración del Megapuerto de Chancay es un ejemplo claro de la estrategia china de integrarse más profundamente con las economías de América Latina, siendo considerado un eslabón dentro de la nueva ruta de la seda de China. Sin embargo, algunos sectores, como el Consejo de Relaciones Internacionales, advierten que algunos de los grandes proyectos chinos en la región han tenido impactos negativos en el medio ambiente y en las comunidades indígenas locales.
Además, la expansión de la influencia china en América Latina genera inquietud en Estados Unidos y sus aliados, quienes temen que estas relaciones sean utilizadas por Pekín para avanzar en sus objetivos geopolíticos, como la marginación de Taiwán y el fortalecimiento de regímenes autoritarios en países como Cuba y Venezuela.
