Recientemente, la tensión entre Perú y Colombia ha escalado debido a una disputa por la Isla Santa Rosa, situada en la triple frontera con Brasil. Las autoridades colombianas han acusado a Perú de ocupar la isla de manera irregular, alegando que esto viola acuerdos fronterizos internacionales.
Esta situación ha generado preocupación sobre posibles repercusiones en las relaciones bilaterales entre ambos países, que tradicionalmente han cooperado en diversas áreas, incluyendo el comercio y la seguridad regional.
En respuesta a estas acusaciones, el gobierno peruano ha emitido una protesta oficial, reafirmando su soberanía sobre la Isla Santa Rosa; el comunicado peruano destaca que la presencia militar en la isla es temporal y responde a la necesidad de reubicar tropas debido al desborde del río Amazonas que afectó su base original.
Perú ha instado a Colombia a evitar declaraciones que puedan agravar la situación y ha subrayado la importancia de resolver cualquier diferencia a través de mecanismos diplomáticos y el diálogo constructivo.
La población local de Isla Santa Rosa, encabezada por su alcalde Yvan Yovera, ha expresado su apoyo a la presencia del Ejército Peruano, los residentes consideran que la presencia militar es esencial para su seguridad, ya que ha contribuido significativamente a la reducción de la delincuencia en la zona. Además, la comunidad destaca que la cooperación y la buena relación con las fuerzas peruanas han sido beneficiosas para su bienestar.
Ambos gobiernos han mostrado disposición para resolver esta disputa de manera pacífica, evitando así una escalada de tensiones que podría afectar la estabilidad en la región fronteriza.