Señala exintegrante del TC, Eloy Espinosa-Saldaña
Para el jurista Eloy Espinosa-Saldaña, el escenario suscitado a partir de la presentación ante el Congreso de una cuestión de confianza del Poder Ejecutivo, es uno en el que los márgenes jurídicos y los márgenes políticos “son muy estrechos”, y, por tanto, pueden derivar en respuestas distintas entre sí.
“Hay que tener especial cuidado sobre cómo el Congreso va a plantear sus cartas frente a un escenario que el Ejecutivo ha puesto sorprendentemente sobre el tablero”, dijo el exintegrante del Tribunal Constitucional (TC), en declaraciones a la Agencia Andina.
En su opinión, el Parlamento “puede optar por decir que es improcedente todo” lo planteado por el titular del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, por considerar que el tema de los alcances de la ley 31399 ya se ha tratado anteriormente. Eso podría ser el argumento para sustentar una posible salida, dijo.
La otra opción es la de llevar el tema al pleno del Congreso y decirle “no” al pedido de confianza del gobierno; pero ello implicaría ponerse “contra la pared”, pues se denegaría la cuestión de confianza, dando pie a una eventual segunda denegatoria que derivaría en un posible cierre del Poder Legislativo, estimó el jurista.
“Si el Congreso deniega la confianza a dos gabinetes, queda disuelto”, recordó Espinosa-Saldaña.
Refirió, además, que se está a la espera de que el TC resuelva la acción de inconstitucionalidad interpuesta por el Ejecutivo contra la ley 31399, referida a la convocatoria a referéndum. Es esa la misma norma que el Ejecutivo pretende derogar con el proyecto de ley sobre el cual ha basado su cuestión de confianza.
En el caso de que el Poder Legislativo declarara improcedente lo planteado por Aníbal Torres, podrá mandar un escrito al TC explicando su decisión y quedando a la espera de la reacción de esa institución que aun tiene pendiente resolver un recurso al respecto, dijo el jurista.
Situación no procedente
Consultado sobre la posibilidad de que el proyecto de ley del Ejecutivo sea archivado por el Congreso y, paralelamente, la cuestión de confianza sea aprobada, Espinosa-Saldaña señaló que ello no procedería, pues este último mecanismo “no puede ser un continente sin contenido”.
“Siempre hay un contenido o no en la cuestión de confianza, nos guste o no nos guste; nos parezca que ha sido discutido o que no ha sido discutido”, insistió el magistrado.
En tal sentido, dijo que con una cuestión de confianza “lo que se busca siempre es conseguir algo del Congreso”. “Eso hay que tenerlo claro”, acotó.