Mandataria reitera que no renunciará al cargo
La presidenta de la República, Dina Boluarte, hizo hoy un llamado a una tregua nacional con la finalidad de entablar las mesas de diálogo y poder fijar la agenda por cada región y por el desarrollo de los pueblos.
En conferencia de prensa con los medios internacionales acreditados en nuestro país, manifestó que el Perú es una nación democrática y respetuosa del estado de derecho y de las instituciones.
«Llamamos a una tregua al Congreso y ahora llamo a mi querida patria a una tregua nacional, para poder entablar las mesas de diálogo y poder fijar la agenda por cada región y desarrollar nuestros pueblos, no me cansaré de llamarlos al dialogo por la paz», señaló.
Indicó que el propósito de esta tregua es la de ayudar a pueblos perjudicados por el bloqueo de carreteras, como Madre de Dios o Puno. En esta última jurisdicción “se ha tomado toda la región por este grupo de personas violentas y radicales”.
No renunciará
Respondiendo a la pregunta de si renunciará al cargo, la mandataria señaló que ello generaría “crisis sobre crisis”, pues los sectores opositores no solo piden su dimisión sino también la reconformación de la mesa directiva del Congreso.
“¿Mi renuncia resolvería la crisis y la violencia?” preguntó Dina Boluarte, quien argumentó que ya está en proceso en el Parlamento la iniciativa que conllevará a adelantar las elecciones, dentro del cauce constitucional.
Señaló que de darse su renuncia se pasaría a una situación de «anarquía y crisis» en el país; estado de cosas que favorece a sectores inmersos en actividades ilícitas, como el contrabando y el narcotráfico.
La mandataria aseveró también que en esta coyuntura “es necesario poner una agenda social” para resolver las necesidades postergadas de diversos sectores del país. Sin embargo, las protestas que van en sintonía con esos reclamos “no pueden ir acompañadas de violencia, destrozo y muerte”
Esto ha generado pérdidas del orden de los 2 mil millones soles en el rubro de la producción y 3 mil millones de soles en daños a la infraestructura pública y al turismo, indicó la presidenta.
“Eso no es una protesta pacífica; es una acción violenta generada por un grupo de radicales y una agenda económica basada en el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando”, indicó. En ese sentido, afirmó que los dos primeros factores tienen presencia en Puno, y el tercero en Abancay, donde se iniciaron las protestas y por donde salen las drogas procedentes del Vraem.
La presidenta recalcó que pedía perdón a las familias de las personas fallecidas durante las protestas. Refirió también que “se ha pedido que se hagan investigaciones céleres a la fiscalía” y que el Poder Judicial actúe de acuerdo a su autonomía.
Asimismo, la jefa del Estado consideró que “no es la Policía la que está disparando, y que la mayoría de personas fallecidas en las protestas en Puno presentan “impacto de un arma llamada dum dum”, que la institución policial no utiliza.
La presidenta afirmó también que la Policía intervino en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos “en resguardo de la propia vida de los estudiantes”. “Quizás la forma no haya sido la adecuada”, admitió.
En otro momento, lamentó que en el exterior se pretenda presentar como víctima al expresidente Pedro Castillo, de quien dijo que “fue autor de su propio golpe de Estado”.