El Obispado enfatizó que estas festividades tienen un profundo significado en la tradición católica y en la historia del Perú y América Latina. Según su pronunciamiento, estas fechas «son días de recogimiento y devoción para los fieles, y han dado identidad a numerosos pueblos e instituciones que llevan sus nombres y los reconocen como patronos y protectores». Además, advierte que la eliminación de estos feriados afectaría negativamente la celebración de estas tradiciones.
Asimismo, la institución eclesiástica también rechazó la eliminación de feriados relacionados con figuras históricas del país. «No podemos borrar de nuestra memoria nacional ni de la conciencia cívica a héroes como el coronel Francisco Bolognesi (7 de junio), el almirante Miguel Grau (8 de octubre) y el capitán FAP José Abelardo Quiñones (23 de julio), quienes entregaron su vida por un Perú unido y soberano», indicaron.
Por otro lado, el Obispado refutó la idea de que los feriados afecten negativamente la productividad económica. En su pronunciamiento, destacaron que estos días «promueven el turismo interno y benefician a pequeños y medianos empresarios que dependen de actividades como la gastronomía, el transporte y el comercio».
Finalmente, hicieron un llamado a las autoridades y a la ciudadanía a «valorar y proteger el patrimonio cultural e inmaterial del país», subrayando que la conservación de estas fechas no solo responde a un interés religioso, sino también a la preservación de la identidad y la historia nacional.
