«Resulta, con toda claridad, que Edmundo González es el presidente electo de Venezuela, con más de 30 puntos de diferencia», manifestó el canciller Javier González-Olaechea.
El Perú considera al candidato opositor, Edmundo González Urrutia, como presidente electo de Venezuela, tras el fraude perpetrado por la dictadura de Nicolás Maduro, manifestó el canciller Javier González-Olaechea.
«Es evidente que la voluntad de fraude existe. Más o menos de un conteo inicial del domingo ya estaban en las pantallas, (y) la diferencia era más de 30 puntos a favor del señor González, lo cual era irreversible. Y el señor González es el presidente electo de Venezuela», aseveró el ministro de Relaciones Exteriores en diálogo con RPP.
«Resulta, con toda claridad, que Edmundo González es el presidente electo de Venezuela, con más de 30 puntos de diferencia», reiteró el integrante del Gabinete Ministerial en conversación con Canal N.
En concordancia con ello, González-Olaechea indicó que el Ejecutivo no descarta considerar al régimen de Maduro como un “gobierno de facto” desde enero de 2025, fecha en que culmina el segundo mandato del autócrata chavista.
«Hasta que termine su mandato es un presidente. Y, al final del mandato, se convertiría en un gobierno de facto», mencionó.
Asimismo, el canciller explicó que el plazo de 72 horas para que los funcionarios venezolanos acreditados en Perú abandonen el país no implica una ruptura de las relaciones diplomáticas entre Lima y Caracas, sino un “escalamiento” en las relaciones por los graves sucesos registrados en esa nación.
Detalló que el Perú considera como «graves sucesos» la reelección de Maduro y el anuncio del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, de investigar a María Corina Machado por una presunta “agresión al sistema eléctrico y un ataque informático al sistema de transmisión de datos del Consejo Nacional Electoral”.
No obstante, Javier González-Olaechea remarcó que la diplomacia peruana es cautelosa en pronunciarse sobre la situación en Venezuela, a fin de evitar que el régimen chavista denuncie un intento de “injerencia” en sus asuntos internos.