Excongresista de Acción Popular, señala que tampoco durante su gobierno se hizo las cosas bien en el ámbito económico y que terminó su gobierno solo con 1,5% de crecimiento económico.
Para el tres veces alcalde de Huancayo, Pedro Morales Mansilla, el expresidente Alberto Fujimori, no terminó con el terrorismo en el país. Hizo todo el esfuerzo para combatirlo, pero no acabó con la insania terrorista en el Perú.
“No se acabó con el terrorismo como se hubiera hecho. Les digo respetuosamente a los seguidores de Fujimori, que es un exceso decir que él nos liberó del terrorismo”, dijo Morales durante la entrevista concedida a Altavoz en Vital FM y retransmitida por Tribu TV.
Puedes ver: Mira la entrevista a Pedro Morales Mansilla en Altavoz en Vital FM.
Para el político de Acción Popular el éxito en el combate al terrorismo fue clave las acciones de inteligencia del GEIN, la resistencia de los partidos políticos y de las comunidades campesinas, que le pusieron freno al avance terrorista
Recordó las declaraciones del coronel Benedicto Jiménez, quien señaló que el SIN de Montesinos y el gobierno de Alberto Fujimori no tenía conocimiento de lo que el GEIN estaba haciendo para la captura de Abimael Guzmán.
“El gobierno de Fujimori tomó decisiones, pero la captura de Abimael, que marca el inicio de la caída de Sendero Luminoso, es una lucha heroica de los partidos políticos y de las comunidades campesinas”, anotó.
“Ese proceso coincidió con la captura de Abimael Guzmán para el inicio del derrumbe del movimiento terrorista en su gobierno. Abimael Guzmán fue capturado un 11 de setiembre de 1992, a pocos meses del golpe del 5 de abril”, recordó.
Morales Mansilla insistió: “No es una verdad contundente decir, que el señor Fujimori, y que, gracias a él, se haya terminado el terrorismo. Que en su gobierno haya coincidido todo un proceso de lucha contra el terrorismo y que él haya contribuido, estamos de acuerdo. Pero decir que es el salvador porque terminó con el terrorismo, eso no es así”.
De otro lado, desde su punto de vista, en el gobierno de Fujimori hubo “terrorismo de Estado”. Como demostración de ello dijo que él fue perseguido por el fujimorismo y que incluso desviaron recursos económicos para su demolición.
Además, aseveró: “yo creo que Javier Diez Canseco fue víctima del terrorismo de Estado…Yo creo que atentó contra Javier Díez Canseco el Grupo Colina o algún otro grupo paramilitar, pero también asesinaron al alcalde Saúl Muñoz, y que está por identificar a los culpables.
Autoritarismo competitivo
Por otra parte, sostuvo que Alberto Fujimori fue un eficaz practicante del autoritarismo competitivo y que esta teoría se sustenta en algo tangible: “entras en política y llegas al gobierno a como dé lugar, con elecciones transparentes o no transparentes, instalas un proceso de populismo y simultáneamente copas todas las instituciones del Estado para tener el poder completo, y luego si es tu deseo te perpetúas en el poder”.
Según Pedro Morales Mansilla, Alberto Fujimori aplicó ese autoritarismo competitivo y que los resultados de esa desestabilización de los partidos políticos lo estamos pagando en la actualidad. “Todo su discurso, todo lo que dijo Fujimori era contra los partidos tradicionales”, señaló.
Recordó que en ese momento los partidos políticos estaban en descomposición y que, tras el primer gobierno de Alan García, se destrozó la fe, la esperanza y credibilidad en un sistema democrático de partidos.
Por la parte económica, Morales Mansilla, rescata los logros del fujimorismo por haber aplicado el programa económico propuesto por Mario Vargas Llosa durante la campaña electoral, con la aplicación del shock y la liberalización de la economía, pero no tuvo los éxitos que pudiéramos haber tenido, porque como ni él ni su equipo eran autores de esas propuestas, no nos fue muy bien.
“¿Sabe con cuánto de crecimiento del PBI terminó el gobierno de Fujimori?, con solo 1,5%”, dijo Pedro Morales al insistir que esa no es una cifra de éxito en la parte económica.
Por ello insistió que la historia ubicará en su verdadera dimensión al expresidente Alberto Fujimori, cuando las pasiones bajen de nivel y se investigue los acontecimientos con mayor serenidad.