La fiscal suspendida de la Nación, Patricia Benavides, rechazó el domingo las acusaciones de soborno durante su mandato y confía en su retorno al Ministerio Público tras la suspensión de la restitución de Inés Tello y Aldo Vásquez como miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) por parte del Tribunal Constitucional (TC).
Benavides afirma tener pruebas que desmienten haber recibido 30 mil soles de Jaime Villanueva: «Todo lo que se dice en mi contra es falso». «Voy a volver, Dios lo permita», declaró en una entrevista transmitida por Cuarto Poder de América TV, a pesar de su suspensión por la JNJ hasta la primera semana de junio y nuevas acusaciones en su contra. Según un documento fiscal divulgado recientemente, Benavides habría recibido una coima de 30 mil soles a través de su exasesor, ahora colaborador eficaz, Jaime Villanueva.
El pago, realizado por el empresario Giancarlo Valer, tenía como objetivo favorecer a una empresa específica en un proceso de adquisición de computadoras. Según la investigación, Benavides no solo recibió el dinero, sino que también expresó gratitud y mencionó que lo destinaría al tratamiento médico de su hijo, acusaciones que ella niega con vehemencia. «Nunca he conocido a Valer, ni siquiera había oído su nombre hasta leer este documento. No tengo idea de quién es este señor», afirmó. Según la resolución, Villanueva habría entregado dinero en efectivo en una reunión con Giancarlo Valer Enciso, Miguel Girao y Jorge Luis Palomino.
Cada participante recibiría 10 mil soles, mientras que 30 mil soles estaban destinados a Benavides para asegurar su influencia en futuras contrataciones por parte de la entidad. «Los asesores tenían funciones administrativas. No pasaba todo el día con ellos. ¿Cuándo revisaba expedientes, cuándo trabajaba con fiscales o personas con citas? Los asesores o gerentes centrales trabajaban directamente conmigo, es cierto, pero no estaban en mi oficina todo el tiempo», comentó al respecto.
Benavides también se refirió a las acusaciones de grabaciones ilegales realizadas por el catedrático penalista Jefferson Moreno durante conversaciones en su despacho fiscal. «Este señor, que aspira a ser colaborador eficaz, me grabó insinuando conductas irregulares. Desconozco esto, pero mi defensa afirma que me grabó violando el secreto profesional. He sido demasiado confiada, creo que debo admitirlo. No imaginé que la maldad pudiera llegar a tales extremos», añadió.
La exfiscal evitó responder si se reunió con el capitán Jorge Rodríguez Menacho, miembro de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac), quien, según un testigo protegido, la alertó sobre un operativo que descubrió una presunta red criminal presuntamente liderada por ella. «Eso es parte de una investigación fiscal», respondió brevemente antes de afirmar que volverá a su cargo.
«Varias personas no quieren que vuelva porque estaban acostumbradas a manejar el Ministerio Público. Pero voy a regresar. Dios lo quiera», concluyó. Esta semana, el TC confirmó la inhabilitación de Tello y Vásquez, miembros de la JNJ, por una supuesta violación constitucional. La decisión fue celebrada por el presidente del Congreso, Alejandro Soto, mientras el máximo órgano de la Judicatura discute un informe que propone la destitución definitiva de Benavides, investigada por presuntamente liderar una red de tráfico de influencias dentro del Ministerio Público.
