El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha manifestado su descontento ante la disolución del Proyecto Especial Legado, entidad responsable de la gestión de infraestructura deportiva tras los Juegos Panamericanos Lima 2019. En declaraciones públicas, el burgomaestre calificó la medida como «pésima» y exhortó al Congreso a revertir la decisión, advirtiendo sobre las posibles consecuencias en la organización de los Juegos Panamericanos 2027.
Preocupación por el futuro de las sedes deportivas
Según López Aliaga, el Proyecto Legado venía cumpliendo un rol fundamental en el mantenimiento y gestión de sedes deportivas de alto nivel, por lo que considera que su eliminación podría afectar el desarrollo de futuras competencias internacionales. «Si Legado estaba funcionando bien, ¿por qué desmantelarlo?», cuestionó, destacando la labor de Carlos Neuhaus, quien encabezó el comité organizador de los Panamericanos 2019.
El alcalde también señaló que la decisión podría responder a intereses políticos o económicos, insinuando que «en Perú hay mucha corrupción» y que podría haber «celos internos» detrás de la medida. En ese sentido, insistió en que la gestión de las sedes debe priorizar la eficiencia antes que cualquier otro criterio.
Una transferencia cuestionada
El Gobierno, mediante el Decreto Supremo N.º 020-2025-PCM, oficializó el cierre del Proyecto Legado y la transferencia de su gestión al Instituto Peruano del Deporte (IPD) y a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). La medida implica el traspaso de un millonario presupuesto, bienes y documentos en un plazo de 30 días.
Sin embargo, la decisión ha generado críticas debido al historial del IPD en la administración de infraestructura deportiva, lo que ha despertado incertidumbre sobre la continuidad de una gestión eficiente de estos espacios. Especialistas advierten que el manejo de las sedes podría verse comprometido justo cuando el país se prepara para los Juegos Panamericanos de 2027.
El legado de un proyecto exitoso
Desde su creación en 2015, el Proyecto Especial Legado administró cinco recintos deportivos internacionales y más de 40 sedes de competencia, contribuyendo no solo al deporte de alto rendimiento, sino también al acceso de la población a espacios de calidad. Durante la pandemia de COVID-19, sus instalaciones se utilizaron como centros de atención sanitaria y producción de oxígeno, demostrando su impacto más allá del ámbito deportivo.
La eliminación del Proyecto Legado deja en el aire el futuro de estas infraestructuras y su sostenibilidad. Mientras López Aliaga y otros actores políticos demandan su restitución, el debate sobre la administración de los recintos deportivos en el Perú está lejos de cerrarse.