A un año y medio de los comicios generales, Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, vuelve a encabezar las preferencias electorales con un 12% de intención de voto, incrementando su apoyo respecto al 10% registrado en julio. La encuesta de Ipsos, publicada este domingo, revela también el ascenso del líder etnocacerista Antauro Humala, quien se ubica en el segundo lugar con un 8%. En una sorprendente movida, el cómico Carlos Álvarez ocupa el tercer puesto con un 4%, desplazando al economista Hernando de Soto, quien baja al 3%, al mismo nivel que el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga.
Este panorama electoral deja en claro que el electorado peruano sigue dividido y ávido de propuestas alternativas, lo que se refleja en un aumento de votos en blanco o viciados, que saltaron del 21% en julio a un 30% en octubre. Mientras tanto, figuras como el expresidente Francisco Sagasti y Alfonso López Chau, rector de la Universidad Nacional de Ingeniería, siguen entre los preferidos con un 2% de apoyo cada uno. La lideresa de Nuevo Perú, Verónika Mendoza, y el presentador de televisión Phillip Butters también se mantienen en esta competencia fragmentada.
A su vez, sorprende la ausencia del gobernador César Acuña en la lista actual, quien en julio alcanzaba un modesto 2%. Su baja coincide con las críticas recibidas tras su viaje a Dubai en pleno aumento de la criminalidad en su región, La Libertad.
Keiko Fujimori, por su parte, se muestra ambigua respecto a su posible cuarta candidatura presidencial, aunque su liderazgo en las encuestas sugiere que aún cuenta con una sólida base de apoyo. “Aún no he decidido si postularé. Es algo que necesito conversar con mi familia y mis hijas”, declaró recientemente en una entrevista para Telemadrid. En medio de sus reflexiones, la lideresa de Fuerza Popular también subraya el aumento inusual en el número de partidos registrados, actualmente 35, cifra que podría elevarse a 45. “Históricamente, hemos tenido entre 8 y 12 partidos; ahora enfrentaremos las elecciones con una lista sin precedentes”, señaló.
Estas declaraciones, las primeras que realiza tras la muerte de su padre, el expresidente Alberto Fujimori, ponen en evidencia tanto la complejidad de la situación política como la vigencia del fujimorismo en el imaginario colectivo. A pesar de los desafíos legales y la condena que recae sobre su padre, Keiko Fujimori continúa posicionándose como una figura central en el escenario político peruano, quizás preparando el terreno para una elección en la que, asegura, “es hora de dar espacio a nuevos cuadros y jóvenes”.
Mientras tanto, la carrera hacia 2026 se perfila como una competencia abierta, repleta de figuras de todos los ámbitos y con una población cada vez más polarizada. ¿Quién logrará capturar el voto de una ciudadanía que parece dividirse entre el desencanto y la esperanza de renovación?