El director de IDL-Reporteros, Gustavo Gorriti, intentó desmentir las acusaciones de la presidenta Dina Boluarte en su contra, pero terminó confesando que el fiscal Pablo Sánchez Velarde usó su cargo para suspender la diligencia de exhibición de documentos en el local del IDL tras una llamada suya.
«El entonces fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, a quien comuniqué lo que estaba pasando, intervino como tenía que intervenir. ¿O debió callarse, abstenerse y permitir que un fiscal continuara actuando ilegalmente con consecuencias que hubieran repercutido sobre toda la institución?», escribió Gorriti en su portal.
El periodista se refería a la visita que, en julio de 2018, Rodrigo Rurush, entonces fiscal provincial, hizo a la sede de la referida ONG de izquierda, para una exhibición voluntaria de documentos, para lo cual ya lo habían hecho pasar los activistas Carlos Rivera y Glatzer Tuesta.
La expresión «intervino como tenía que intervenir» contradice la tesis con la cual la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, archivó la investigación preliminar a Sánchez por presunta obstrucción a la justicia. Según Espinoza, la simple llamada telefónica de un fiscal supremo a uno provincial no es motivo de presión ni intervención forzosa.
«Apareció Rurush con cuatro policías en IDL, para exigir los audios. Rurush actuaba bajo las órdenes de la fiscal Norah Córdova. Su objetivo era llevarse los audios. ¿Para qué? Para que no se continuaran difundiendo y abortar las revelaciones y la investigación. Así de simple», acusó Gustavo Gorriti.
