El Gobierno de Dina Boluarte confirmó la compra de 24 aviones de combate destinados a modernizar la flota de la Fuerza Aérea del Perú (FAP). El ministro de Defensa, Walter Astudillo, calificó la operación como «la adquisición más importante de las últimas cinco décadas» y señaló que su objetivo principal es consolidar una fuerza disuasiva en la región y alinear al país con los estándares de la seguridad internacional.
«Esta adquisición va a permitir al Estado peruano disponer de una Fuerza Aérea disuasiva», comentó Astudillo durante una conferencia de prensa de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). El ministro enfatizó que la decisión no debe ser vista como una simple compra de armamento, sino como una inversión de valor estratégico con un horizonte de 40 años.
Detalló que para la selección de las aeronaves, una delegación de alto nivel realizó visitas a tres países que se perfilan como potenciales proveedores: Estados Unidos, Suecia y Francia. Informó que él mismo encabezó los viajes en compañía del ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, y del comandante general de la FAP, Carlos Chávez Cateriano.
En Suecia, el interés se centró en el caza modelo Gripen, mientras que en Francia se evaluaron las capacidades del avión Rafale, y la visita a Estados Unidos sirvió para comprender el alcance de su propuesta y su compatibilidad con los requerimientos peruanos.
«Como conclusión, verificamos que los tres modelos de aviones tienen características muy importantes que, de alguna manera, satisfacen los requerimientos técnicos de la Fuerza Aérea», aseguró Astudillo. Con esta validación técnica, la decisión final se basará ahora en un análisis estratégico que determine qué alianza comercial y militar ofrece mayores beneficios para el Perú a largo plazo.
