Pareciera que la salud es lo que menos importa a este gobierno. Para muchos pasó desapercibida la creación de la Universidad Nacional Fronteriza Autónoma de Yunguyo, y aunque la creación de la universidad es un avance necesario para la región, el verdadero problema radica en la inclusión de la carrera profesional de Medicina Alternativa.
Es inconcebible que el Congreso, en lugar de priorizar el fortalecimiento de la educación basada en la evidencia científica, haya aprobado la Ley Nº 32090 que incluye una carrera que promueve prácticas sin sustento científico; la responsabilidad de velar por la calidad educativa y la salud pública ha sido gravemente descuidada.
El Ejecutivo, por su parte, también tiene una cuota de responsabilidad al no observar esta ley, su pasividad permitió que una institución pública de educación superior legitime la enseñanza de métodos alternativos que no han sido validados científicamente, poniendo en riesgo la salud de futuras generaciones de profesionales y pacientes.
El Colegio Médico del Perú, en un comunicado emitido el 15 de agosto, expresó su rechazo contundente a la creación de esta carrera profesional; en su pronunciamiento, el Colegio Médico advirtió sobre los peligros de desviar la educación médica hacia prácticas no comprobadas y exigió que se reconsidere la inclusión de esta carrera en la oferta académica de la nueva universidad.
Este error es aún más grave si consideramos que la educación superior debe estar orientada a formar profesionales competentes y bien informados, capaces de contribuir al sistema de salud con bases científicas sólidas.
La inclusión de una carrera de Medicina Alternativa, en cambio, legitima prácticas que carecen de evidencia científica, arriesgando la salud pública al promover tratamientos no validados.
En lugar de consolidar un sistema educativo que forme profesionales capaces de enfrentar los retos de la salud pública con base en la ciencia, los legisladores y el Ejecutivo han dado un paso atrás al permitir la enseñanza de la Medicina Alternativa en una universidad pública. Es urgente que se corrija este error antes de que tenga consecuencias irreversibles en la salud de la población.