Exministro de Salud Abel Salinas recordó que Cuba «intentó hace años formar una asociación médica que reemplace al Colegio Médico del Perú».
Herbert Ulises Cuba García ha sido nombrado viceministro de Prestaciones y Aseguramiento en Salud, esta designación genera preocupación debido a sus conocidas posturas antivacunas.
En diálogo con Altavoz.pe, el exministro de Salud Abel Salinas alertó que Cuba García es un «conocido antivacunas».
A su vez, Salinas recordó que «intentó hace años formar una asociación médica que reemplace al Colegio Médico del Perú».
¿Cuáles son las implicancias de esta controvertida decisión?
Nombrar a una figura antivacunas en un puesto de liderazgo en el sector salud puede minar la confianza pública en las vacunas y en las autoridades sanitarias; la percepción de que las políticas de salud están influenciadas por creencias contrarias a la evidencia científica llevarán a una mayor desconfianza y escepticismo entre la población.
La disminución en la confianza hacia las vacunas resultará en una baja en las tasas de vacunación, lo que podría aumentar el riesgo de brotes de enfermedades prevenibles; enfermedades como el sarampión o la poliomielitis, controladas gracias a las campañas de vacunación, podrían resurgir, poniendo en peligro la salud de la comunidad.
La presencia de un antivacunas en un puesto clave puede generar tensiones y divisiones dentro del Ministerio de Salud. Esta situación, de seguro, complicará la implementación de políticas de salud basadas en la evidencia y puede dificultar la cooperación con organismos internacionales y científicos.
Esta cuestionable designación afectará, además, la reputación del país en la comunidad internacional, la percepción de que las políticas de salud pública no están alineadas con las recomendaciones científicas globales impactarán negativamente la colaboración y el apoyo internacional en temas de salud.
La decisión de nombrar a Herbert Cuba como viceministro en el Minsa, dada su conocida postura antivacunas, plantea serios desafíos para la salud pública y la confianza en el sistema de salud.
Este nombramiento debe de ser reconsiderado para asegurar que las políticas de salud se basen en la evidencia científica y prioricen la protección de la población.
