Durante el allanamiento llevado a cabo en su residencia del Palacio de Gobierno el pasado viernes, la presidenta Dina Boluarte se vio involucrada en un enfrentamiento con el fiscal supremo Hernán Mendoza, al negarse a entregar sus relojes Rolex no declarados, según revela el acta del operativo difundida este domingo por Cuarto Poder.
En medio de esta situación, Boluarte, acompañada por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, encabezó el cambio de guardia, marcando un momento destacado tras la crisis generada por el caso de los Rolex. Según el informe, la mandataria argumentó que el allanamiento no era una diligencia de exhibición, lo que llevó al equipo de magistrados a realizar un registro personal de la investigada.
En el transcurso del operativo realizado en su residencia en Surquillo, se encontró a Daniel Gómez, hijo de Boluarte, junto a su pareja y la hija de esta última, así como a la empleada del hogar. A pesar de la búsqueda, los relojes de lujo, valuados entre 15.200 y 22.500 dólares, así como el modelo Day-Date de casi 18.000 dólares, permanecen desaparecidos hasta el momento, según los informes del dominical.
En el baño de la habitación presidencial, se hallaron ocho artículos de menor valor de marcas como Bulova, Fossil, Michael Kors y Swarovski, guardados en una caja metálica blanca sin seguro, detalla el acta.
