En el Perú, cada 24 de setiembre se conmemora el Día de las Fuerzas Armadas en reconocimiento al personal militar del Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea que, de acuerdo con el artículo 165 de la Constitución Política, conforman a las Fuerzas Armadas del Perú. Conoce más sobre esta fecha en la siguiente nota.
El Día de las Fuerzas Armadas fue instaurado en 1977 mediante el Decreto Supremo N° 003-77-CCFFAA, siendo escogida la fecha del 24 de setiembre por motivo de la consagración de la Virgen de La Merced como Patrona de los Institutos Armados y Gran Mariscala del Perú.
De acuerdo con la Constitución Política, las Fuerzas Armadas tienen como finalidad primordial garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial del Perú, así como asumir el control del orden interno durante estados de emergencia, ello de conformidad con el artículo 137.
En ese sentido, su papel es esencial en la Nación pues garantizan la gobernabilidad del país y contribuyen a mantener la paz interna, fortaleciendo y conservando la unidad y la identidad nacionales.
Asimismo, las Fuerzas Armadas participan en el desarrollo económico y social del país, así como en la defensa civil, ello a través del apoyo brindado a la población que se encuentra en los lugares más apartados de nuestro territorio, acercando el apoyo del Estado a los peruanos que más lo necesitan.
Ejército, Marina de Guerra y Fuerza aérea
Tanto el Ejército como la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea del Perú son entidades adscritas al Ministerio de Defensa que conforman a las Fuerzas Armadas. En ese sentido, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas actúa como un ente articulador que tiene como misión el planeamiento, coordinación, preparación y conducción de las operaciones militares en el frente interno y en el externo.
Por su parte, el Ejército se encuentra encargado de controlar, vigilar y defender la Nación y los intereses nacionales de cualquier amenaza o agresión, empleando el poder militar terrestre.
Tiene como patrón al coronel y héroe nacional Francisco Bolognesi Cervantes, honorable personaje que defendió la plaza de Arica al enfrentarse con las fuerzas chilenas «hasta quemar el último cartucho«.
Así, Bolognesi lideró a sus tropas para enfrentarse al ejército chileno aún sabiendo que el enemigo era mayor en número y armamento, sacrificando sus vidas por amor a su patria.
En dicha batalla, a pesar de no salir victoriosos, se logró impedir que las tropas chilenas capturen la bandera peruana con el sacrificio de Alfonso Ugarte, quien se lanzó del morro de Arica con el Estandarte Nacional.
Por otro lado, la Marina de Guerra tiene también la misión de vigilar y proteger los intereses nacionales, desarrollándose en el ámbito marítimo, fluvial y lacustre, apoyando la política exterior del Estado a través del Poder Naval.
Dicha entidad tiene como patrón a Miguel Grau Seminario, también conocido como «Caballero de los Mares» por su conducta ejemplar, la valentía para defender su patria y su inigualable pericia marinera.
Ganándose así dicho apodo durante el combate de Iquique donde, a pesar de derrotar a la corbeta chilena Esmeralda, mostró una compasión única por sus rivales al salvar a los náufragos y perdonar la vida de aquellos que se rindieron.
Finalmente, la Fuerza Aérea está encargada de controlar, vigilar y defender el espacio aérea del Perú, cubriendo el territorio nacional y el mar adyacente hasta el límite de las doscientas millas.
Esta entidad tiene como patrón a José Abelardo Quiñones, también conocido como el «Gran General del Aire del Perú» por su sacrificio durante una disputa territorial con Ecuador en 1941.
La aeronáutica militar peruana despegó desde Tumbes hasta Quebrada Seca para atacar con ametralladoras y bombas el puesto donde se encontraba la armada ecuatoriana. Sin embargo, el avión que piloteaba el teniente Quiñones fue alcanzado por las fuerzas antiaéreas enemigas.
Quiñones, en lugar de utilizar el paracaídas para salir de la nave, mantuvo el equilibrio de su máquina e hizo un viraje, enrumbándola hacia la posición enemiga y destruyéndola por completo, cumpliendo así con la misión encomendada.