La fiscal de la Nación, Delia Espinoza, justificó su decisión de archivar la denuncia contra su colega Pablo Sánchez, al indicar que no encontró ningún elemento o prueba objetiva de la acusación del exfiscal Rodrigo Rurush, quien recibió una llamada amenazante de Sánchez, entonces titular del Ministerio Público, para que suspenda una diligencia de exhibición de documentos en las oficinas del IDL en el año 2018.
Espinoza manifestó que Rurush no dejó constancia en el acta de la llamada ni la supuesta amenaza de Pablo Sánchez Velarde, quien, como se recuerda, previamente se comunicó telefónicamente con el periodista Gustavo Gorriti.
Sin embargo, Delia Espinoza consideró que la actuación del exfiscal de la Nación constituía una inconducta funcional y debió ser sancionado en su momento.
«Si el señor Rurush hubiera denunciado a tiempo, por lo menos se le habría sancionado al señor fiscal supremo. Recién se conoce todo a fines del 2023 y, cuando la Junta Nacional de Justicia asume la investigación disciplinaria por la mala conducta del fiscal supremo, ya había prescrito y lo tuvo que hacer prescribir», aseveró la fiscal de la Nación en diálogo con RPP.