La legisladora Rosselli Amuruz descartó que vaya a renunciar a la tercera vicepresidencia del Congreso, tras los últimos hallazgos de la prensa sobre su participación en una fiesta que terminó con una persona fallecida.
Al respecto, indicó que no tiene nada que temer pues no ha participado en ningún tema ilícito y mencionó que la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía no la ha considerado como testigo directo o indirecto del hecho.
Asimismo, se reafirmó en que su participación en la reunión por el cumpleaños del excongresista Paul García fue en calidad de invitada y no de organizadora, ello pese a que diferentes medios han revelado audios y chats en donde coordina aspectos como el bar para la fiesta, el toldo del local e incluso invita a otras personas a asistir.
En ese sentido, Rosselli Amuruz alegó que no se trata de contradicciones y que si hubo alguna coordinación fue para colaborar con “un regalo”, pero que ello no la hace partícipe de la organización.
“Acto bochornoso —y le digo a todos mis colegas— es si yo tuviera un acto de corrupción, si a mí me estuvieran cuestionado porque yo estoy involucrada en un homicidio, si a mí me denunciaran en un aspecto parecido, pero no es mi caso”, declaró la parlamentaria a la prensa.
De este modo, la congresista de Avanza País respondió a su colega de bancada Patricia Chirinos, quien expresó en una entrevista que la situación de Amuruz es “bochornosa” y por ello debería considerar apartarse del cargo antes que someterse a una censura, ya que la moción en su contraestaría sumando más votos.
“Hay una moción de censura y yo respeto la opinión de todos mis colegas, y si me tengo que someter a la moción de censura, pues que se vea (…) He cometido un error al acudir a una fiesta, pero yo no he cometido un delito y no tengo nada que ocultar”, señaló la tercera vicepresidenta del Congreso.