En un año y medio serán las elecciones para elegir a al próximo presidente, y la lista de aspirantes no para de crecer. Entre los nombres que han surgido en este paisaje electoral se encuentra Carlos Álvarez, un conocido comediante que ha decidido probar suerte en el mundo de la política, a su lado, figuras como Antauro Humala, Roberto Chiabra y Carlos Añaños también están en la contienda.
Recientemente, el cronograma electoral ha establecido un plazo para que quienes deseen participar en las elecciones de 2026 se afilien a los partidos que apoyan. Álvarez tomó la delantera y se unió a «País para Todos», el partido fundado por Vladimir Meza, alcalde de Huaraz.
En una declaración a mediados de este año, el comediante dejó claro que su afiliación es solo un primer paso y que el papel que desempeñará dependerá de las decisiones de la agrupación y del apoyo de los militantes.
“Si los militantes me dan ese encargo, asumiría ese reto con responsabilidad y amor a la patria”, aseguró Álvarez, mostrando su intención de involucrarse seriamente en la política peruana.
Carlos Álvarez no ha dudado en criticar al actual gobierno de Dina Boluarte y al Congreso a través de sus parodias, además de utilizar sus redes sociales para expresar sus inquietudes. Aunque ha logrado conectar con un público que lo apoya, sus propuestas, particularmente en el ámbito de la seguridad, han generado críticas. Por ejemplo, en una conversación con RPP, instó a la ciudadanía a “dar un golpe de timón” a la clase política que ha perdido credibilidad.
En cuanto a la inseguridad en el país, Álvarez no se ha quedado callado. Ha expresado que el Perú ha perdido el rumbo en la lucha contra el crimen organizado, señalando un aumento alarmante en asesinatos, robos y extorsiones. Sus ideas para combatir este problema han sido, por momentos, controversiales, como su propuesta de pena de muerte para delincuentes en flagrancia.
En una entrevista con Trome, planteó que los derechos humanos deben ser defendidos solo para aquellos que respetan la ley, mostrando su simpatía por líderes autoritarios como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
La contienda electoral de 2026 promete ser emocionante, con nombres como Rafael López Aliaga, Keiko Fujimori, Antauro Humala y Martín Vizcarra surgiendo como posibles candidatos. A pesar de que no se han oficializado las candidaturas, hay una expectación palpable en el ambiente político. Se espera que varios partidos se unan en alianzas para maximizar su apoyo popular.
Aunque aún es temprano para determinar quiénes ocuparán las boletas, Carlos Álvarez tiene una oportunidad interesante. Su popularidad como comediante podría traducirse en un respaldo significativo entre aquellos que buscan un cambio en la política tradicional; sin embargo, el camino no será fácil: deberá demostrar que su experiencia en el entretenimiento puede adaptarse al complejo mundo de la política, donde las palabras tienen consecuencias más allá de una risa. Con un electorado ansioso por nuevas propuestas y cambios, Álvarez podría convertirse en una figura inesperada en la próxima elección, pero solo el tiempo dirá si su humor se puede traducir en votos.
