En un reciente encuentro organizado por la Cancillería y el Ministerio de Salud (Minsa) de Perú, que tenía como objetivo informar y debatir sobre el tratado pandémico que se aprobará en mayo de 2025, se produjo un alarmante desvío del propósito inicial del diálogo, la participación de conocidos negacionistas y promotores de teorías conspirativas no solo socavó la credibilidad del evento, sino que también puso en riesgo la confianza pública en la ciencia y las vacunas.
El tratado pandémico, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una iniciativa crucial que busca fortalecer la preparación y respuesta global ante futuras pandemias.
Este tratado se basa en principios de equidad, transparencia y solidaridad, asegurando que todos los países, especialmente los más vulnerables, tengan acceso a vacunas y tratamientos esenciales en situaciones de emergencia sanitaria.
Sin embargo, la reciente reunión fue marcada por la presencia de figuras como la abogada Beatriz Mejía, quien repetidamente afirmó que la pandemia fue un plan para eliminar a la población global, y los doctores Posemoscrowte Chagua y Víctor Andrade Sotomayor, conocidos por sus posturas antivacunas y anticientíficas; estas intervenciones desviaron la atención del objetivo principal del encuentro y promovieron la desinformación.
La ausencia de una respuesta clara y contundente por parte de las autoridades presentes, como el director del CDC Perú y los representantes de Cancillería, es preocupante, no rechazaron explícitamente las afirmaciones infundadas de estos individuoslo que puede interpretarse como una falta de respaldo a la ciencia y a las medidas de salud pública basadas en evidencia.
Desde Altavoz exigimos que las autoridades se pronuncien firmemente contra la desinformación para mantener la confianza del público en las decisiones sanitarias.
En el evento también participaron investigadores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y representantes de organizaciones de la sociedad civil como la Red por una Globalización con Equidad (RedGE) y Acción Internacional para la Salud (AIS), estas voces son fundamentales para garantizar que el debate se mantenga enfocado en la evidencia científica y las necesidades de salud pública.
La inclusión de negacionistas en debates oficiales no solo es un peligro para la salud pública, sino que también debilita los esfuerzos internacionales para construir un consenso sólido y efectivo frente a futuras amenazas sanitarias.
Las autoridades peruanas y globales deben de mantener un enfoque basado en la ciencia y excluir a aquellos que buscan desinformar y dividir.
El tratado pandémico representa una oportunidad para mejorar la respuesta global ante futuras pandemias, y su éxito depende de un diálogo informado y basado en la ciencia, la desinformación no puede tener cabida en estos espacios.
* Con Informaciómn de Salud con Lupa y el Organismo Andino de Salud.