Por Aaron Salomón para el Diario Expreso.
- ¿Cómo calificas el Gobierno de Dina Boluarte? ¿Qué nota le pondrías del 1 al 20?
El Gobierno de Dina Boluarte es uno en piloto automático. No lo jalaría porque no es que nos estemos yendo al barranco, así que le pondría un 11, porque al menos está sosteniendo lo que conocemos nosotros como país. Sin embargo, no esperamos grandes mejoras o un resurgimiento de la economía. Recordemos que la señora Dina Boluarte llegó a la Presidencia por una sucesión constitucional. Si Pedro Castillo no hubiera dado un golpe de Estado, ella no sería presidenta. Ella vino en la plancha presidencial con Castillo, así que no podríamos esperar resultados diferentes. Lo que sí se le reconoce a Dina Boluarte es que ha abandonado ese discurso radical de la izquierda y se ha movido más hacia el centro.
- Dejó de lado el discurso de la Asamblea Constituyente.
Así es, y varios discursos que son propios de la izquierda, porque ella sintió que la izquierda la traicionó. Y no solo fueron los izquierdistas peruanos, sino toda la izquierda internacional, lo que obligó a Dina Boluarte a tender puentes con la centroderecha en el Perú. Hoy podemos considerar que el Gobierno de Dina Boluarte es de centro, aunque tiene muchas falencias debido al poco liderazgo de la presidenta, pero al menos está llevando las riendas del país hasta las próximas elecciones en el año 2026.
- ¿Cómo es posible que un asesino de policías, como Antauro Humala, pueda participar en la contienda electoral del 2026?
El problema está en que, lamentablemente, no hemos tenido los candados necesarios para proteger nuestra endeble democracia. Es importante que la democracia se proteja, y para eso estamos los legisladores, justamente para crear esos candados. Yo fui promotor de un proyecto de ley para impedir que sentenciados por terrorismo, sedición y homicidio puedan ser candidatos en las próximas elecciones, pero, en medio del debate, afloraron los juegos políticos y componendas. Sin embargo, aún tengo esperanzas porque hoy hay menos motivaciones para obstruir esa ley. Por otro lado, soy el autor de la denuncia para declarar ilegal el partido de Antauro Humala ante la Corte Suprema de Justicia. Me criticaron diciendo que, si soy demócrata, debería permitir que todos participen y que deberíamos ganarle a Antauro en las elecciones, pero lo mismo dijeron de Hitler, y mira qué pasó.
- La democracia no puede ser tan estúpida como para permitir que participen asesinos de policías. ¿Si el Poder Judicial anula la inscripción del partido de Antauro, este ya no podría postular a la Presidencia porque ya venció la fecha para las inscripciones?
No podría postular a la Presidencia, pero no faltará un partido, como Juntos por el Perú, que lo podría lanzar como senador o diputado. Podría, entonces, postular como invitado. Sin embargo, existe una tercera vía: este señor aún no ha pagado su reparación civil, lo que podría ser un obstáculo para él.
- El problema es el principismo del Jurado Nacional de Elecciones, porque, en este momento, se podría inscribir un partido con las siglas de Abimael Guzmán.
Eso es lo que ha señalado Salas Arenas. A modo de defensa, Salas Arenas se ha paseado por diversos medios de comunicación y ha dicho que, mientras el partido político le presente un ideario, un estatuto o una doctrina donde diga que son 100 % democráticos, él aceptará la inscripción. No hay ningún mecanismo de control posterior. Además, ha dicho que no tiene facultad para declarar ilegal a un partido y que, si alguien quiere que un partido sea considerado ilegal, debe ir a la Corte Suprema y hacer su juicio. Ese es el garante de nuestra democracia.
- Pero Antauro Humala dice que va a tirar abajo la “Constitución japonesa”, a pesar de que fue aprobada por un Congreso Constituyente y ratificada en referéndum.
Es más, él dice que no va a jurar por la Constitución de 1993, sino por la de 1979, lo que demuestra una práctica abiertamente antidemocrática. La denuncia que interpuse se basa en el artículo 14 de la Ley de Organizaciones Políticas, que dice que, si una agrupación política incurre en prácticas antidemocráticas, es factible la declaratoria de su ilegalidad por la Corte Suprema de Justicia. Antauro Humala ha dicho que, de llegar a ser presidente, cerrará el Congreso, lo cual es una práctica evidentemente antidemocrática. Lo ha dicho abiertamente. Entonces, si el Poder Judicial decide no declarar ilegal el partido, será el único responsable si este señor gana las elecciones y nos conduce directamente al barranco.
- También señala que va a fusilar a todos los “presidelincuentes”, cuando no existe ni siquiera alguna condena hasta el momento.
Así es. El señor Antauro Humala no necesita un analista político que analice sus opiniones, sino un psiquiatra.
- ¿La centroderecha sostiene a Dina Boluarte?
No se podría catalogar a un espectro político, sino a partidos, como APP, el fujimorismo e incluso Perú Libre. Renovación Popular ha salido de todo tipo de esquema: no estamos en la Mesa Directiva ni en la repartición de comisiones, y nos han dado lo que han querido. No estamos tampoco con el Gobierno. Somos una oposición responsable.
- Pero le falta control político al Congreso.
Hemos censurado al exministro Vicente Romero por no dar la talla en medio de una abrumadora inseguridad ciudadana.
- ¿Y por qué no censuran a Juan José Santiváñez?
No es que digamos que él no tiene la culpa, pero hemos comprendido en la práctica que no solo se trata de censurar ministros del Interior.
- Santiváñez prometió que, si en 60 días no resolvía el problema de la inseguridad, iba a renunciar.
Él tendría que cumplir su palabra y no debería esperar que el Congreso lo censure.
