El papel clave de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) como coordinador entre los diversos ministerios y entidades gubernamentales en el Perú se destaca, especialmente con la creación de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) tras la disolución de la entidad de Reconstrucción con Cambios. Este nuevo organismo se proyecta como una de las unidades ejecutoras principales del presupuesto gubernamental.
Sin embargo, detrás de estos cambios, se insinúa un trasfondo caracterizado por preferencias y relaciones personales en lugar de criterios objetivos y transparentes en la designación de cargos clave. El documental ‘ContraCorriente’ señala que la gestión de Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros, ha estado influida por relaciones de amistad, evidenciada en la designación de Hernan Yaipén Aréstegui en roles importantes dentro de la PCM.
El nombramiento de Yaipén Aréstegui como líder provisional de la ANIN ha generado sospechas sobre la transparencia del proceso de selección para este nuevo organismo. Este acto, junto con críticas al concurso público para designar al titular de la ANIN, resalta la falta de objetividad y la posibilidad de influencias subjetivas en el proceso de selección.
Estas circunstancias plantean dudas significativas sobre la legitimidad y la equidad del proceso de selección, ya que parece favorecer a individuos cercanos al poder en lugar de enfocarse en la idoneidad y la meritocracia en la designación de cargos públicos de importancia.
La ANIN, por su parte, desempeña un papel crucial en la gestión integral de megaproyectos e inversiones, contribuyendo al cierre de brechas en infraestructura y mejorando la prestación de servicios públicos. Sin embargo, las preocupaciones sobre la transparencia en los procesos de selección y las influencias personales ponen en entredicho la integridad del organismo y del gobierno en su conjunto.
