Espinoza demostró que las imputaciones de Barreto eran infundadas, pero Pablo Sánchez ya la había reemplazado por Rafael Vela en la coordinación de las fiscalías antilavado.
La fiscal Marita Barreto tiene en su hoja de vida una maniobra similar a la que montó contra Patricia Benavides, al sindicarla como presunta cabecilla de una organización criminal, con lo que la cuestionada Junta Nacional de Justicia (JNJ) la suspendió de manera sumaria e irregular.
A inicios de noviembre del año pasado, Benavides subestimó a Barreto y le otorgó 15 días antes de separarla de la coordinación del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción (Eficcop) para que ordene algunos papeles. En este lapso, Marita Barreto tejió la Operación Valkiria V, junto al coronel Harvey Colchado, para derrumbar a la ahora extitular del Ministerio Público.
El periodista Ricardo Uceda recordó, en su reciente columna publicada en el diario El Comercio, un antecedente cuando Barreto estaba a cargo del caso de Rodolfo Orellana.
En el año 2015, la fiscal suprema Delia Espinoza, entonces coordinadora de las fiscalías de lavado de activos, debía ejecutar una orden de exclusión de Marita Barreto por la pérdida de siete sobres lacrados con pruebas que incriminaban al imputado.
Sin embargo, para evitar ser separada, Barreto denunció a Espinoza ante Pablo Sánchez (entonces fiscal de la Nación), debido a que presuntamente su nombre figuraba en la libreta de un imputado y que, en un audio, alguien la sindicaba como amiga de los procesados.
Sin dudarlo, Sánchez hizo caso a Marita Barreto y retiró a Delia Espinoza de la coordinación que ejercía y la reemplazó por nada menos que Rafael Vela Barba. No obstante, Espinoza demostró posteriormente que las imputaciones eran infundadas.
Actualmente, el colaborador Jaime Villanueva presta declaraciones ante el despacho de la fiscal suprema Delia Espinoza, quien es la encargada de investigar a los aforados que son mencionados por el ‘Filósofo’.