El día 20 de enero del próximo año, se llevará a cabo la ceremonia de inauguración de Donald Trump como el presidente 47º de los Estados Unidos. Este evento marcará el regreso de Trump a la Casa Blanca.
Luego de ganar las elecciones el 5 de noviembre, Trump ha realizado una serie de nominaciones para su gabinete ministerial que algunos consideran provocadoras y otros consideran como una demostración que el nuevo presidente llevará a cabo sus promesas de campaña, las cuales tenían énfasis en la inmigración ilegal y el combate a la inflación.
El presidente nombró a Tom Homan como el “zar de la frontera” o mejor dicho, estará al frente de las políticas migratorias y de seguridad fronteriza en el gobierno de Trump. Según el presidente: “Tom Homan estará a cargo de todas las deportaciones de extranjeros ilegales a su país de origen”.
En una reciente entrevista, Homan planteó su estrategia para ejecutar la mayor operación de deportación en la historia de los Estados Unidos. Explicó que comenzarán con la expulsión de criminales y amenazas a la seguridad nacional del país, para luego enfocarse en la expulsión de indocumentados con órdenes de deportación pendientes.
Durante el primer gobierno de Trump se acusó a Homan, quien tenía el cargo de Director Interino del Servicio de Inmigración, de separar a los hijos de sus padres indocumentados como medida disuasoria de cruzar la frontera. Sin embargo, esta vez Homan ha prometido que va a deportar a familias completas y que si alguno de los miembros es residente legal del país, podrá unirse a su familia al ser deportada. El mensaje de Homan es claro: tolerancia cero para los inmigrantes ilegales.
El otro tema prioritario en la agenda de Trump es la mejora en la economía del país. Para llevar a cabo sus políticas económicas ha nominado al multimillonario Scott Bessent como secretario del tesoro, lo que equivale a ministro de economía en Perú. Con este nombramiento Trump “mató dos pájaros con un solo tiro”. A quienes lo acusaban de homofóbico, les demostró que ante todo era una persona pragmática al nombrar a un homosexual para el cargo más importante en la economía del país. Por otro lado, les dio tranquilidad a los mercados financieros al nombrar a Bessen “quien es ampliamente respetado como uno de los principales inversores internacionales y estrategas geopolíticos y económicos del mundo”.
Durante su campaña Trump propuso imponer aranceles recíprocos a las importaciones estadounidenses, iguales a los que pagan los productos norteamericanos cuando ingresan a estos países. Además pretende imponer un arancel universal del 20% a todas las importaciones y que en el caso específico de China tendría una tasa del 60%. Además ha asegurado que pondrá aranceles del 100% a todos los vehículos producidos en México e importados a los Estados Unidos.
En mi opinión, compartida por varios analistas y economistas con los que conversé en mi viaje a los Estados Unidos la semana pasada, el tema migratorio se enfocará en la deportación de criminales e ilegales con orden de expulsión y en el cierre de la frontera con México. Dentro de las alternativas que se contemplan, está la construcción del muro prometido por Trump durante su primer mandato, la militarización de la frontera, el endurecimiento de las penas a los traficantes de personas, las expulsiones automáticas a los indocumentados que son atrapados tratando de cruzar, entre otras medidas más.
Con respecto a los millones de inmigrantes ilegales que forman parte de la fuerza laboral del país, se tendrá una visión más pragmática. Al fin de cuentas, esos ilegales realizan trabajos que los mismos norteamericanos no quieren hacer como trabajadores del sector de la construcción, en la agricultura y en la hostelería, por mencionar algunos de ellos. En tiempos que la tasa de desempleo del país se encuentra en mínimos históricos de 4.1%, Estados Unidos no se puede dar el lujo de perder millones de trabajadores ya que ello encarecería la mano de obra, subirían los salarios y por ende la inflación.
Si bien todos los analistas con los que conversé concuerdan que habrá ajustes en los aranceles para los productos importados, la mayoría de ellos más se inclina a pensar que se utilizarán como una herramienta de negociación con los principales socios económicos de Estados Unidos. En el caso de México, Trump quiere que la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, se comprometa a cerrar las fronteras del país, al tránsito de millones de ilegales provenientes de Suramérica y mayores esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico.
Al gobierno chino le ha comunicado su intención de subir los aranceles al 60% si es que no toman medidas concretas para frenar el tráfico de fenantilo a los Estados Unidos. Además de acusar a China de prácticas comerciales ilegales.
El presidente Donald Trump tiene la intención de cumplir con su promesa de campaña de Make America Great Again (hacer América grande nuevamente). Estaremos atentos.
* Sígueme en mis redes sociales en LinkedIn: urilandmanh y X @urilandman.