En la Grecia antigua se denominaban hérós (Héroes) a los individuos poseedores de rasgos y habilidades particulares que les permitían llevar a cabo actos extraordinarios para socorrer a personas en peligro exponiendo su propia integridad física para ello.
Por ello, es imperante recordar que un 22 de abril hace 28 años, los valerosos comandos de la operación “Chavín de Huántar” en una acción sin precedentes en la historia del país y que es causa de admiración en el mundo entero, lograron rescatar a 72 rehenes que habían sido tomados por el MRTA dentro de las instalaciones la embajada japonesa, motivo por el cual el pleno del Congreso de la República los declaró “Héroes de la Democracia”, acto que sirvió una vez más para conocer las calidades personales de algunos pseudo demócratas de afiliación comunista / caviar; para ellos muy soterradamente la lucha armada continúa siendo su consigna, por lo que cada vez que tienen la oportunidad pretenden victimizar a los terroristas abatidos en esta acción. Pero quienes vivimos la década de los 80s sabemos los sanguinarios que fueron quienes abrazaron la ideología del terror, trayendo pobreza y desesperanza a nuestra población.Por eso quiero ir más allá, sin desmerecer el reconocimiento otorgado a nuestros comandos por un hecho puntual y heroico, hay también a lo largo de la lucha contra el terrorismo héroes que no pueden ser olvidados, para quienes no lo recuerdan la violencia terrorista produjo 11,021 asesinatos y 1,543 desapariciones – datos proporcionados por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación – funcionarios públicos honestos como Orestes Rodríguez, militares probos como Enrique Lopez Albujar, jueces valerosos y jóvenes policías asesinados por hacer respetar la ley y brindarnos seguridad, poblaciones enteras desaparecidas, miles de viudas y huérfanos que vivieron su propia tragedia y aún así lucharon por seguir con sus vidas y salir adelante. Por todo ello, la defensa de la democracia significó el sacrificio de muchos y eso jamás podemos desmerecer ni mucho menos olvidar, tenemos una inmensa deuda con ellos, recojamos la posta y estemos a su altura defendiendo la paz que tanto nos costó recuperar, no permitamos nunca más que la ideología del terror resurja, a los incendiarios antisistema hay que saber combatirlos con los argumentos que nos da la historia, nunca renunciemos a progresar como país y así como lo fueron nuestros comandos, decir al unísono y con convicción… TODOS SOMOS HÉROES.