En el entorno de la izquierda marxista nacional, más específicamente en lo que podríamos denominar lagartósfera (aquella adicta al procesado por corrupción Martín Vizcarra), ha causado revuelo repentina participación de Jaime Villanueva ante la Fiscalía. El exasesor de la suspendida Patricia Benavides, recientemente entregado a la justicia, ha dicho muchas cosas que no han gustado a una camarilla de gran influencia fiscal y judicial en la vida nacional.
Por varias semanas seguidas, la lagartósfera venía construyendo distintas hipótesis sobre las potenciales incriminaciones que haría Villanueva y, sobre ellas, asentar más su relato contra todo agente que estuvo o está en el Anti Vizcarrismo, narrativa con la que tienen presencia, hace más una década, en la Fiscalía de la Nación, principalmente a través de Pablo Sánchez y, debajo de él, a través de operadores de menor rango, (por medio de la modalidad de ‘fiscales políticos’, que sirven como brazo coactivo del poder de turno), y de tentáculos impropios externos que se han presentado, hasta ahora, envueltos en formato de Portal Judicial-Reporteril.
Los actuales acontecimientos, han sido pésimos para los objetivos políticos de la lagartósfera: estos no han conseguido deshilar a su antojo toda la madeja proporcionada por el ‘filósofo’ Villanueva, desde su reciente arribo al Perú. El exasesor de Patricia Benavides ha resuelto narrar pormenorizadamente varios atropellos que se suscitan contra organismos del Estado, desde poderes fácticos manipulados por esta organización.
Ciertamente, los nuevos testimonios de Jaime Villanueva no dicen nada que un sector de la ciudadanía no haya sabido antes, pero sí proporcionan detalles de una irregular injerencia. Botón de muestra: en sus declaraciones sobre el caso de Patricia Benavides, el ‘filósofo’ ha revelado que “un miembro de la organización financiada por IDL” (se refiere a IDL Reporteros) utilizaba su influencia sobre las acciones de Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos, Pedro Chávarry y la propia Benavides, cuando eran fiscales de la Nación.
La Fiscalía de la Nación es un organismo autónomo del Estado cuya delicada labor es investigar y acusar a la delincuencia organizada, a las mafias y a la corrupción enquistada en el aparato estatal. Así, Jaime Villanueva, ante todo el país, ha destapado quiénes son aquellos que entorpecen dicha labor: la lagartósfera y su punta de lanza, por Gustavo Gorriti Ellenbogen, socio y/o aliado de los corruptos expresidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Martín Vizcarra. ¿Es que, tal vez, delincuencia, mafia y corrupción forman parte de los objetivos políticos permanentes de la lagartósfera?
Pero la pregunta más inmediata es ¿qué reacciones han producido tales inesperadas revelaciones? El último sábado 10 de febrero, todos los peruanos hemos sido testigos de la balbuceante estratagema empleada por el autodenominado ‘periodista’ Gorriti. ¿Qué ha dicho? Tal cual sus recurrentes argucias, intenta lucir ante el público más distraído una imagen de superioridad moral y de exclusivo trabajo de investigación periodística; sugiere creer en tanto Villanueva incrimine a Keiko Fujimori, pero desestimar todo aquello en que IDL Reporteros, y su persona, hayan sido mencionados.
Dato relevante: hasta principios del actual mes de febrero, desde diferentes plataformas mediáticas, Gorriti había dado crédito a todos los testimonios de Jaime Villanueva. Sin embargo, ahora que Villanueva lo acusa de ser la persona que coordinaba y que ejercía presión sobre los principales representantes del Ministerio Público, decide mostrar su supuesta indignación. Tal vez, la indignación de no estar acostumbrado a verse delatado, teniendo tanta supuesta influencia sobre las instituciones del Estado.
¿Qué testimonios atormentan hoy a la lagartósfera? Por ejemplo, el siguiente: “Literal me dijo (Rafael Vela) ‘Jaimito, he hablado con Gustavo y le he cobrado lo de Alan García’, porque yo a él le di toda la información para cercar a García; para dar contexto recordemos que cuando llegó Alan García a una situación de la fiscalía, él viene. Cuando él está aquí, Gorriti saca un reportaje con los recibos del pago de Odebrecht que habría hecho por sus conferencias y en el mismo momento en que Alan está en la citación con José Domingo, ya había pedido el impedimento de salida”, dicho por Villanueva en los últimos días.
Sabido era que, al menos desde 2018, esta mafia, con Vizcarra como caudillo y el Equipo Especial Lavajato, en alianza con el IDL, tuvieron objetivos claros: cerrar el Congreso, tomar el Poder Judicial, la Fiscalía, perseguir, mediante la politización de la justicia, a los opositores. Lamentablemente para el Perú hoy confirmamos que su mayor logro ha sido la partida de Alan García Pérez, dos veces presidente constitucional de la República. Un logro inescrupuloso y cruel al haber acosado y perseguido, sin fundamento alguno, a alguien que consideraban un enemigo político de sus intereses de poder.
La lagartósfera ha dominado el espacio público por casi una década, mas hoy son conscientes que la caída del corrupto Vizcarra es inminente y, deben aferrarse a toda costa a los fiscales Vela Barba y Domingo Pérez y a su líder Pablo Sánchez; de igual forma al cada vez más evidenciado Gorriti, es lo que le queda a la lagartósfera, aferrarse a todos ellos como asesino que se aferra a dos cuchillos cuando los reflectores ya han dado con él.