Opinión

Tengo un Sueño

Uso las palabras del reverendo Martin Luther King Jr. cuando en su más famoso discurso habló de su deseo de un futuro en el cual la gente de tez negra y blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales. Este discurso, pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la marcha en Washington por el trabajo y la libertad, fue un momento definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos. De esta misma manera, espero que las elecciones de abril del próximo año, marquen el fin de la podredumbre de nuestra política y el inicio de una nueva era en la cual podamos cumplir nuestros sueños de vivir en un país desarrollado.

Estoy seguro que la mayoría de ustedes pensará en lo ingenua que puede sonar esta frase en el Perú. Estamos acostumbrados a la mediocridad; a tener políticos corruptos, ladrones y mentirosos. Para entender lo poderosas que pueden ser las palabras, comparemos brevemente las que dio Martin Lurther King. Jr hace 60 años y las que dio nuestro presidente Martin Vizcarra en una entrevista la semana pasada en Punto Final a Mónica Delta. Voy a tratar de transcribir de la mejor manera lo que dijo el Presidente en la parte más importante de la entrevista: “Pero tan, no encuentran explicación, que quieren ahora encontrar explicación, hasta el punto de vista de que, entonces seguramente si esto no encuentro, porque si pues, ósea, pero esto no corresponde tanta cosa, entonces debe de haber algo, que no se dice, como usted misma me lo ha dicho”. Creo que Cantinflas no lo hubiera dicho mejor.

Luther King Jr. tenía una visión de lo que quería lograr, podemos estar o no de acuerdo, pero respetamos la integridad y dedicación en cada uno de sus actos hasta sacrificar su propia vida en su lucha. El presidente Vizcarra y en general la clase política de nuestro país, no tiene una visión de futuro, no tienen la grandeza de pensar en el bienestar del país, sacrificando sus intereses personales. Por el contrario, nuestros políticos son tan egoístas, que solamente piensan en cuanto se van a enriquecer en el tiempo que estén en el gobierno y como sacar el máximo provecho de sus puestos (ellos, sus parientes y amigos de paso).

Sostengo que el subdesarrollo que vive nuestro país no se debe a la falta de recursos, sino a la falta de visión de nuestra clase política. Para ilustrar lo anterior quiero dar unos ejemplos. Hace unos años se construyó e inauguró la autopista (con dos carriles en cada sentido) desde Lima a Ica. El gobierno dirá que fue una gran obra que impulsará el desarrollo del sur de nuestro país. Pero yo les pregunto a los burócratas que diseñaron y licitaron la obra, ¿por qué no tuvieron la visión de construir tres carriles en lugar de dos? ¿Acaso no creen que se justifique? ¿Lima no seguirá creciendo hacia el sur? ¿No es más fácil hacer en un solo proyecto tres carriles cuando tenemos el presupuesto, contratistas, maquinarias, personal etc. movilizado para hacer la obra, en lugar de hacer dos carriles ahora y cuando la autopista este saturada en unos años tener que licitar nuevamente la obra para hacer un tercer carril? Que no me vengan con la excusa que hacer tres carriles en lugar de dos es triplicar el costo, ya que esto es mentira. De los estudios que he podido analizar, el construir un tercer carril hubiera incrementado el costo total de la obra en no más de 40% versus el 100% que será de aquí a unos años. Otro ejemplo que quiero compartir con ustedes es el de la construcción del tren subterráneo de Lima. Como todos sabemos, el  “tren eléctrico” se empezó a construir durante el primer gobierno de Alan García (1985-1990) pero quedó abandonado durante los siguientes 25 años y recién pudo ser terminado en el segundo gobierno de García en 2011. No voy a hablar de las coimas y la corrupción que plagó esta obra desde principio a fin, basta decir que el costo total fue de US$ 2,100 millones. Estamos en el año 2020 y la ciudad de Lima solamente cuenta con una línea de metro. La segunda línea (línea 2 y ramal de la línea 3) recién estará terminada en el año 2025 con una inversión de US$ 10,740 millones. ¿Saben ustedes cuándo se inauguró el metro de Nueva York o el de París? En 1904 se inauguró el primer tramo subterráneo en Nueva York y en 1900 en París. Ya vemos entonces que las autoridades de estas ciudades tenían visión. Cuando la mayoría de coches eran jalados por caballos, ellos ya tuvieron la visión que en un futuro, necesitarían un sistema masivo para movilizar a toda su población. Quiero volver a hacer hincapié que no es un tema de recursos. En Lima estamos pagando 310 millones de dólares por kilómetro de la línea 2 del metro de Lima, ¿saben ustedes cuánto cuesta un kilómetro de metro en Europa, con la mano de obra carísima que tienen ellos? En Suecia un kilómetro de metro cuesta aproximadamente 150 millones de dólares (la mitad que en Perú) y el promedio europeo es de  200 millones de dólares por kilómetro (35% menos que en Perú).  Creo que todos nos podemos imaginar por qué nuestro metro, licitado en el gobierno de Ollanta Humala, es más caro que el de París o Estocolmo. 

Estos son solamente unos breves ejemplos de la falta de visión de nuestros líderes políticos. Podría mencionar al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, totalmente colapsado antes de la pandemia y que si lo comparamos con un aeropuerto de cualquier país desarrollado, nos daría lástima. Pero lo que es peor, el concesionario del aeropuerto, LAP, que viene sacándole el jugo durante los últimos 20 años de concesión, ahora quieren retrasar las obras de construcción del segundo terminal de pasajeros con el pretexto de que no saben cuándo volverá la demanda de pasajeros a niveles pre pandemia. Esto significa en pocas palabras que quieren seguir ordeñando al país, sin invertir un dólar para expandir el Jorge Chávez.

Tengo un sueño, que nuestro próximo presidente no será corrupto, no será un ladrón, no será mentiroso; que será un peruano dispuesto a servir a su país, a poner todo su esfuerzo para sacar adelante nuestro país por el bien de todos y no de unos cuantos.

Quiero ser optimista y pensar que esto es posible y que no estamos condenados a la mediocridad y pobreza de nuestra clase política. Se me viene a la mente un poema escrito por Calderón de la Barca hace más de 400 años: ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. Pero en nuestro caso, si queremos que nuestros sueños se cumplan, tenemos que estar bien despiertos y vigilantes. Ya basta de cuentos.