«Si Dina Boluarte convoca a los representantes legítimos de la marcha y ellos no acceden al diálogo, el gesto estará hecho, y sabremos quiénes no quisieron tender un puente para solucionar el problema de la inseguridad».
Este es un momento decisivo en el gobierno de Dina Boluarte. La señora presidenta debe dejar de fingir que no sucede nada, abandonar su frivolidad y su maltrato hacia los peruanos representados por los medios de comunicación, a quienes gusta fustigar, y amarrarse bien la falda.
Debe salir, convocar de inmediato a los actores del paro de transportes y escucharlos. Escuchar a los que llevan la bandera justa y ciudadana que exige garantías para la vida de los peruanos y que se combata la delincuencia que nos mata; con ellos también tendrá que escuchar a los que usan ese justo reclamo para impulsar una agenda política de la izquierda, que pasa por derogar leyes que no les gustan. Esto segundo no debería ser una palanca de negociación.
Es el momento del diálogo, que es lo único que puede lograr que la violencia cese. Si la jefa del Gobierno convoca a los representantes legítimos de la marcha y ellos no acceden al diálogo, el gesto estará hecho, y sabremos quiénes no quisieron tender un puente para solucionar el problema de la inseguridad.
El Perú no puede esperar a que la señora que lo dirige se dé cuenta de que el vestido elegante que le regalaron, al igual que en el cuento del emperador, es transparente y que todos la estamos viendo tal cual es.