Opinión

Shalom

La primera palabra que se aprende al estudiar hebreo es “shalom”. Se usa “shalom” para saludar, el equivalente a “hola” en castellano y también al despedirse (“chau”). Sin embargo la traducción de “shalom” es paz. Con este sencillo pero poderoso ejemplo, quiero explicar que el concepto de “la paz”, es algo inherente al pueblo de Israel.

El día de hoy, que estamos inmersos en una guerra entre Israel y el movimiento terrorista Hamas en la Franja de Gaza, con una posible escalada que involucra al movimiento terrorista Hezbolá en el sur de Líbano (frontera norte de Israel), es difícil entender que la paz es parte del ADN de Israel. ¿Cómo podemos conciliar la paz en medio de una guerra? La necesidad ha enseñado a Israel a lo largo de su historia, que tiene que ser fuerte para tener paz.

La historia nos enseña que los israelitas habitaron los territorios que hoy se conocen como Israel y Palestina hace miles de años. Nuestro patriarca Abraham, criaba su ganado en la tierra de Canaán hace más de 3,000 años. A este territorio, llegó Moisés luego de sacar a los israelitas que habían sido esclavizados en Egipto durante 600 años.

En la tierra de Canaán, se asentaron las 12 tribus del pueblo de Israel y se dio origen al reino de Israel, donde el rey David fundó la ciudad de Jerusalén y la eligió como su capital. En este cuidad, su hijo Salomón construyó el Templo, el lugar más sagrado para los judíos. Mil años después (año 30 e.c.), Jesús caminó y predicó en estas mismas tierras, siendo arrestado y crucificado por los romanos quienes eran los soberanos de la época. Casi 600 años después, Mahoma llegó y según la tradición islámica, subió al cielo en un carro jalado por caballos, justamente desde el mismo lugar donde 1000 años antes había sido construido el segundo Templo. Aquí mismo, en el año 710 e.c., se terminó de construir la mezquita de Al-Aqsa, lugar sagrado para los musulmanes.

La historia reciente del Estado de Israel empieza el 14 de mayo de 1948, cuando David Ben Gurión declaró la independencia de Israel. Ello luego de aprobarse la resolución 181 en las Naciones Unidas, que dividía la Palestina del Mandato Británico en un Estado Judío y otro Árabe, resolución que fue rechazada por los países árabes de aquella época. Al día siguiente de la declaración de independencia de Israel, sus vecinos árabes atacaron el nuevo país con la intención de “empujar a los judíos al mar”, hecho que no lograron. En las siguientes décadas, Israel aprendió a sobrevivir rodeada de vecinos hostiles cuya intención era su total destrucción.

Luego de cuatro guerras con Egipto (Guerra del 48, Crisis del Canal de Suez en 1956, Guerra de los Seis Días en 1967 y Guerra de Yom Kipur en 1973), sucedió algo impensado para el mundo árabe. El presidente egipcio Anwar el-Sadat viajó a Jerusalén, invitado por el primer ministro de Israel Menajen Beguín, como parte de las negociaciones para firmar un acuerdo de paz entre ambos países. El acuerdo fue firmado en 1979 en Estados Unidos, auspiciado por el entonces presidente Jimmy Carter. Lamentablemente el-Sadat no pudo ver los frutos, fue asesinado por fundamentalistas en 1981.

A pesar del boicot de los países árabes en contra de Egipto por haber firmado la paz con Israel, se establecieron relaciones diplomáticas plenas, además de comerciales y culturales. La paz entre ambos países es tan importante, que ha sido respetada por todos los gobiernos egipcios posteriores, incluyendo al encabezado por el movimiento islamista “Los Hermanos Musulmanes”. Desde la firma del tratado de paz a la fecha, los ataques terroristas desde territorio egipcio a Israel casi no han existido.

El camino para alcanzar la paz con Jordania fue difícil pero llegó en 1994, cuando el rey Hussein I de Jordania firmó el tratado de paz con el primer ministro de Israel Isaac Rabín terminando años de conflicto y estableciendo relaciones diplomáticas plenas. En el año 2020 se firmaron los “Acuerdos de Abraham, en honor al patriarca Abraham, reconocido como profeta por el Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo. Mediante los Acuerdos de Abraham, se establecieron relaciones diplomáticas entre Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán, Marruecos e Israel. Los países firmantes reconocen a Israel como Estado, así como el derecho de Israel a ejercer soberanía sobre su territorio y establecen relaciones diplomáticas.

Pero todavía faltaba sumar al país árabe más importante y custodio de los lugares más  sagrados para los musulmanes, la Meca y Medina. Me refiero a Arabia Saudita. Según las noticias que han trascendido, este reino estaba a puertas de firmar un acuerdo de paz con Israel y establecer relaciones diplomáticas.

En esta coyuntura se da el sangriento ataque de Hamas a Israel que viene cobrando la vida de más 1600 personas. Además Hamas mantiene secuestrados a más de 150 rehenes entre adultos y niños. No podemos olvidar que Irán, enemigo acérrimo de Arabia Saudita, es el principal apoyo financiero de Hamas.

Es una tragedia que los civiles palestinos de la Franja de Gaza se vean afectados y decenas de ellos mueran por los bombardeos de Israel que busca acabar con los terroristas de Hamas. Pero mientras Israel le pide a los civiles que abandonen el norte de Gaza para evitar muertes, Hamas le prohíbe a sus ciudadanos dejar sus casas y los usa como escudos civiles.  Una cobardía.

Que la paz sea con vosotros. “Shalom Aleijem”.

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