Opinión

Quiero mi ‘cupcake’

Nos hemos enterado hace unos días que Palacio de Gobierno solicitó y pagó la nada despreciable suma de 31,419 soles por ‘cupcakes’ (quequitos) en diciembre del año pasado. La subsecretaria general de Palacio, María Sara Aguirre Pajuelo, quien fue contratada en la época de Vizcarra y sigue trabajando hasta el día de hoy, hizo el requerimiento. Según se detalla en la orden de compra, la Oficina de Recursos Humanos del Despacho Presidencial solicitó artículos de pastelería a favor de los trabajadores, hijos del personal comprendidos entre 0 y 12 años del Despacho Presidencial, de los practicantes y miembros de las FFAA y PNP destacados en Palacio de Gobierno.

Una vez la noticia salió a la luz, la administración de Sagasti no ha dejado de echarle la culpa a los funcionarios de Vizcarra y estos a su vez, le han regresado la pelota a su cancha, pasando por el área de Merino. Nadie quiere reconocer su responsabilidad en tal derroche de fondos públicos, pero el hecho es que el dinero de todos los peruanos se hizo humo, o mejor dicho queque.

Pero esta no fue la única orden de servicios cuestionada en el último mes. También se han encontrado dos órdenes de servicios más, la primera por uniformes institucionales por la suma de 4,000 soles y la segunda por zapatos por 3,470 soles.  Al menos esperamos que los funcionarios de Palacio trabajen debidamente uniformados con el dinero de los peruanos.

Pero si piensan que estos derroches de dinero en tiempos de pandemia son la excepción, les quiero dar una triste noticia. Malgastar el dinero de nuestros impuestos es más una regla que una excepción en la administración pública. Aquí les presento unos breves ejemplos recientes.

Como todos sabemos el Ministerio de Economía y Finanzas acaba de autorizar a Petroperú la emisión de mil millones de dólares en bonos para financiar la modernización de la refinería de Talara. Este proyecto absurdo y sobrevalorado que viene de la época de Humala, tiene un costo estimado de 4,700 millones de dólares. Uno de los proyectos estatales más caros en la historia del Perú.

Pero al margen de la utilidad o no de la modernización de la refinería de Talara (podría escribir un artículo entero del tema), hemos sido informados en los medios, que la petrolera estatal ha gastado la suma de 500,000 soles por un estudio de marketing para cambiar el logo de la empresa. A este monto, se suman otros 500,000 soles para el cambio de imagen institucional en las estaciones de servicio. Nos preguntamos: ¿Cómo pueden justificar tan mala utilización de los recursos públicos, más aun en época de crisis como en la que nos encontramos?

El día de hoy que tanta falta hacen las camas UCI, los ventiladores mecánicos, los equipos de protección personal, las medicinas, las vacunas y tantas otras deficiencias que tienen nuestros hospitales públicos, la presidenta de ESSALUD, Fiorella Molinelli no tuvo mejor idea que iniciar el pasado 15 de diciembre una campaña denominada “Somos Mujeres, somos valiosas” pero que más parece una pasada de pañuelo al presidente Sagasti. La Sra Molinelli mandó a cambiar la imagen de los Hospitales Alberto Sabogal y CAP Metropolitano del Callao gastando cientos de miles de soles, con el pintado general de ambos hospitales. ¿Quién adivina de qué color los pintaron? ¿Alguien dijo morado? Pues sí. Ambos hospitales fueron pintados de morado, el mismo color del partido político del presidente Sagasti.

Este afán por malgastar el dinero público lo podemos encontrar en todos los niveles del estado. Hace unos días, un diario local, publicó una investigación realizada a la gestión de George Forsyth, hoy día candidato presidencial después de su paso por la alcaldía de “El fracaso”. Poco después que Forsyth asumió como alcalde, en febrero del 2019, contrató a su amigo y socio en una empresa de seguridad, el Sr. Renzo Navarro como asesor de su despacho, pagándole la suma de 16,000 soles. Ese mismo mes, fue contratado por la secretaría general de la municipalidad como especialista en administración por 15 días por la suma de 8,000 soles.

Pero allí no quedó todo, durante los dos años que Forsyth fue alcalde le pagó a su amigo la suma de 107,500 soles. Me pregunto: ¿Qué títulos y maestrías tiene el Sr. Navarro para que justifiquen su contratación directa y tan generosos pagos? Resulta que el Sr. Navarro fue contratado como “especialista en administración”, “especialista en gestión”, “especialista en comunicación” y “asesor de alcaldía”. Siendo un gran “especialista”, el Sr. Navarro nunca terminó la universidad, no tiene título universitario, no tiene maestrías, ni experiencia laboral en entidades públicas. Su experiencia laboral incluía: “gerente general adjunto” en el gimnasio de George Forsyth.

Esta conducta del ex alcalde Forsyth es más reprobable todavía por cuanto la municipalidad de “El Fracaso” está quebrada y es uno de los distritos que más deficiencias tiene en su administración municipal. Puedo dar fe de ello.

Los anteriores son solo unos breves ejemplos de cómo malos funcionarios en complicidad con políticos corruptos se enquistan en el Gobierno para servirse de él en lugar de servir al pueblo. Sino preguntémosle al Sr. Julio Guzmán, cómo hizo para colocar a su exesposa en el Ministerio de Justicia en el 2012 cuando él era secretario general de la Presidencia del Consejo de Ministros de Ollanta Humala. La abogada trabaja hasta el día de hoy en el Ministerio de Justicia con un sueldo de 13,500 soles mensuales. No estoy cuestionando las calificaciones de la Sra. Cáceres como abogada, pero sí la falta de transparencia y ética (del Sr. Guzmán) para colocar a un familiar en un puesto del estado cuando él era secretario de Ollanta Humala.

Mientras los recursos del Estado se despilfarran de esta manera, la gente se muere por falta de hospitales, camas UCI, vacunas, personal calificado debidamente remunerado y tantas otras carencias que son parte estructural del sector salud. Con los 31,419 soles que se gastaron en ‘cupcakes’ se pudieron comprar 1,047 vacunas de Astrazeneca (aproximadamente 30 soles por vacuna) y salvar 1,047 vidas peruanas. Con los 4,000 soles de uniformes se pudieron salvar 133 peruanos; con los 3,470 soles de zapatos se pudieron salvar 116 peruano; con los 107,500 soles que se le pagaron al Sr. Navarro por sus “asesorías” se pudieron salvar 3,583 peruanos y así podríamos seguir hasta salvar los 45,000 peruanos que han fallecido durante la pandemia por falta de recursos públicos para hospitales, camas UCI, oxígeno, vacunas, etc.

Es difícil poner en contexto cuando leemos en las noticias que tal o cual funcionario público robó o malversó cientos de miles de soles. Pensamos que el dinero robado no es nuestro, sino del Estado, y a quien le importa el Estado, pero no nos damos cuenta que nosotros somos el Estado, nosotros somos el Perú y que si están robándole al Perú nos están robando a todos nosotros. Hoy en día debemos equiparar el millón de soles que presuntamente le pagaron en sobornos al expresidente Vizcarra con las 33,330 vacunas que se pudieron haber comprado con ese dinero para salvar a nuestros padres, madres, hermanos o hijos en épocas de pandemia y así con todo el dinero que se roba o malgasta en el estado.

Cuando votemos en las próximas elecciones de abril por Presidente, tenemos que pensar en alguien que esté dispuesto a trabajar por el país y no a servirse de él. Nuestras vidas dependen de ello.