Opinión

Nada es lo que parece

Repasando historia reciente, el 27 de noviembre el exasesor Jaime Villanueva fue detenido por la EFICCOP a raíz de unos chats donde se mostraban supuestas coordinaciones con otros congresistas para la designación del Defensor del Pueblo y destitución de Zoraida Avalos, chats utilizados por la Junta Nacional de Justicia como argumento para suspender a Patricia Benavides de sus funciones como Fiscal de la Nación.

Luego de estar 10 días detenido y haber reconocido los chats como verdaderos, Villanueva fue puesto en libertad bajo la figura de un supuesto “colaborador eficaz”, desde su liberación ha pasado casi un mes y la investigación viene tomando un camino cada vez más sinuoso y lleno de baches, en base a la declaración de Villanueva fueron allanadas las viviendas de Hernan Garrido-Lecca y José Luis Huayón por ser sindicados como “asesores en la sombra” de Patricia Benavides y haber influenciado para su nombramiento ante la misma Junta Nacional de Justicia, sin que se hallan encontrado indicios relevantes que motiven los allanamientos solicitados por la Fiscalía. Y si ello no fuera suficiente, la misma Junta Nacional de Justicia emitió un comunicado oficial indicando que sus procesos de selección y nombramiento de magistrados son transparentes y no admiten interferencias de ninguna índole.

Pero veamos, ¿en qué consiste la colaboración eficaz?  Esta figura descrita en el Código Procesal Penal señala que puede acogerse a ella quien habiendo cometido un delito y no siendo el cabecilla de la organización, reconoce sus actos y proporciona información de los hechos investigados a cambio de beneficios como por ejemplo la disminución de su pena. Pero – y aquí viene lo verdaderamente importante – es que toda la información que brinde el colaborador eficaz debe ser corroborada, es decir comprobada por la autoridad a cargo de la investigación para que pueda ser validada y sustentada durante un proceso penal.

Sobre la supuesta colaboración brindada por Jaime Villanueva debemos cuestionar hechos realmente relevantes:

  • En los chats que originaron la detención del exasesor Villanueva y la suspensión de Patricia Benavides también hay una mención específica al periodista Gustavo Gorriti sobre su influencia sobre el actual Fiscal de la Nación Jaime Villena, ¿porque la fiscalía no ha ordenado el allanamiento de su vivienda?  
  • Si la Junta Nacional de Justicia nombro por unanimidad a Patricia Benavides como Fiscal de la Nación, y sus miembros estuvieron bajo la influencia de Hernán Garrido-Lecca y José Luis Huayón, ¿no deberían ser integrados a la investigación y ser suspendidos temporalmente como lo dictaminado a Patricia Benavides?
  • ¿Porque luego de un mes de iniciada la investigación aún no existe denuncia alguna contra Patricia Benavides?
  • ¿Bajo qué criterios se están corroborando las imputaciones de Jaime Villanueva?

Por ello, quienes satanizan o santifican a los personajes involucrados por las revelaciones de quienes pretendan postular a ser colaborador eficaz en esta investigación deben respirar hondo, beber valeriana, serenarse y esperar que el Ministerio Público sopese y sustente jurídicamente la información recibida ante el Juez. Es cierto que en política no se puede poner las manos al fuego por nadie, pero tampoco se les debe condenar haciendo eco de las portadas de los diarios y ser parte de un circo mediático, hasta el momento solo podemos tener la certeza de una cosa… nada es lo que parece.