La posibilidad de que Alberto o Keiko Fujimori se presenten como candidatos presidenciales en Perú es un tema que suscita un intenso debate, por esa razón es importante analizar las desventajas y peligros que estas candidaturas podrían acarrear para el país.
En primer lugar, debemos recordar el historial judicial de Alberto Fujimori; fue condenado por violaciones a los derechos humanos y corrupción, lo que marca su legado con serias controversias.
Permitir su retorno a la política no solo reavivaría viejos conflictos, sino que también podría enviar un mensaje negativo sobre la impunidad y la falta de consecuencias para actos de corrupción y abusos de poder.
Keiko Fujimori, aunque no ha sido condenada, ha estado involucrada en múltiples investigaciones por corrupción y lavado de activos, su participación en la política ha sido igualmente divisiva, generando un clima de confrontación y desconfianza.
La legalidad de la candidatura de Alberto Fujimori también es un punto de discusión, permitir que participe requeriría cambios legales significativos, lo cual podría ser percibido como una manipulación del sistema jurídico en favor de intereses particulares, socavando la confianza en las instituciones democráticas del país.
La opinión pública está profundamente dividida en torno a los Fujimori, aunque el fujimorismo cuenta con un grupo leal de seguidores, también tienen muchos detractores que recuerdan los aspectos negativos de sus gobiernos. Una candidatura de alguien de apellido Fujimori polarizaría aún más a la sociedad peruana, exacerbando las tensiones y dificultando la construcción de consensos necesarios para enfrentar los desafíos actuales del país.
La situación política actual en Perú, caracterizada por una gran inestabilidad y fragmentación, se vería agravada por la participación de los Fujimori, esto podría aumentar la dispersión del voto, dificultando la formación de un gobierno sólido y estable. La fragmentación del voto podría también dar lugar a un Congreso aún más dividido, complicando la gobernabilidad y la implementación de políticas públicas efectivas.
No podemos ignorar el riesgo de que las candidaturas de los Fujimori desvíen la atención de los problemas reales que enfrenta Perú, pues el debate público en lugar de centrarse en propuestas concretas para mejorar la economía, la educación, la salud y la seguridad podría verse atrapado en discusiones sobre el pasado, impidiendo avanzar hacia soluciones constructivas.
Las candidaturas de Alberto y Keiko Fujimori presentan serias desventajas y peligros para nuestro país, desde la legalidad de sus postulaciones hasta la polarización social y la fragmentación política, los riesgos superan con creces cualquier posible beneficio.