Hace mucho tiempo que el coronel Francisco Bolognesi dejó de ser un héroe militar para convertirse en un símbolo nacional. Al decidir entregar la vida el 7 de junio junto con los valientes de Arica, dejó quizá la lección más imperecedera de lo que significa pelear hasta ofrendar la vida con un único propósito: cumplir con un deber y en este caso, sagrado.
¿Qué nos ha dejado esa lección?, pues mucho. Hoy ese ejemplo lo tienen las madres que se levantan a las 5 de la mañana –con la wawa a a la espalda– para abrir su emprendimiento, los mineros que sin saber si es de día o de noche siguen sacando el mineral que requiere la economía del país, los bomberos que por nada, salvan vidas, los soldados que voluntariamente resguardan la soberanía, independencia e integridad territorial, los agricultores que se parten el alma cosechando los frutos que requiere el pueblo, esa maestra que se amanece calificando los trabajos de sus alumnos. Esos son sus deberes sagrados y es así que lo tenemos a Bolognesi apretado en el alma. Es aquel héroe que sabiendo sellada su suerte, le pidió a su esposa “que no pida nada a cambio, para que no digan que su deber tuvo precio”.
Aquellos a quien el Ejército derrotó militarmente, hoy enquistados en diversos niveles de gobierno, quieren –con su desdén– minimizar la figura del héroe más grande que tiene el Perú, aquel que pudiendo rendirse prefirió la inmolación, aquel que selló a nuestras soldados como “jamás rendidos”, aquel que nos legó la más grande lección de desprendimiento personal y de amor al Perú.
Archivar una razonable petición de reconocimiento a los valientes de Arica so pretexto de productividad, cuando se dan feriados largos a más no poder sin chistar por indicadores económicos de ningún tipo, es mezquino, y no se trata de un feriado más; se trata del respeto que merece tan noble gesta. Su trascendencia está en cada uno de nosotros al margen de funcionarios que solo serán de triste recordación, por no reconocer a quien deben reconocer, por odio o por temores episódicos que firmarán su breve paso por la historia, justamente ahora que es tan importante enfrentar a los enemigos de afuera y a los traidores de adentro.
Honor y gloria por siempre a nuestro ínclito coronel.
* General de división EP (R), ex Comandante General EP y ex Jefe del CCFFAA