Un equipo de investigadores de universidades de EE.UU. y Canadá ha arrojado nuevas luces sobre un tema polémico: la relación entre el consumo de proteínas y la salud.
Contrario a la creencia extendida de que la proteína, especialmente la de origen animal, aumenta el riesgo de mortalidad, el estudio revela que podría tener un efecto protector frente a enfermedades graves como el cáncer y los males cardiovasculares.
La investigación analizó los hábitos alimenticios de casi 16.000 adultos, evaluando cómo la ingesta de proteínas vegetales y animales influía en la probabilidad de morir por estas enfermedades. Los resultados fueron claros: quienes consumían más proteínas, sobre todo animales, mostraban un riesgo significativamente menor de fallecer por cáncer o problemas cardíacos.
“Existe mucha confusión sobre la cantidad y el tipo de proteína que se debe comer, así como sobre sus efectos a largo plazo en la salud. Este estudio aporta claridad y evidencia sólida para tomar decisiones mejor informadas”, explicó Stuart Phillips, profesor y director del Departamento de Kinesiología de la Universidad McMaster, uno de los líderes del proyecto.
Aunque los autores recuerdan que se trata de un análisis observacional, destacan que los hallazgos aportan patrones consistentes que respaldan la incorporación de proteínas animales dentro de una dieta equilibrada.
