Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la falta de remuneración del trabajo doméstico invisibiliza el rol que desempeñan las mujeres. Si el estrés no es tratado a tiempo, puede causar enfermedades como diabetes, obesidad, ansiedad o problemas en la piel.
La falta de empleo, el caos vehicular, la contaminación ambiental, la crisis económica, la inseguridad ciudadana y una larga lista de situaciones cotidianas hicieron que la palabra “estrés” sea parte del vocabulario habitual de las personas.
Todos lo experimentamos de vez en cuando, pero son las mujeres quienes más suelen enfrentar estos episodios de estrés y son más vulnerables al estrés que los hombres.
Según la ONU, a pesar de que el trabajo doméstico, realizado principalmente por mujeres, es fundamental para el desarrollo familiar, su falta de remuneración invisibiliza su rol, y afecta negativamente su autoestima y emociones. Esto impacta también en situaciones de estrés en las personas que desarrollan esta actividad.
Para la psicóloga clínica, Yobana Tarazona Cóndor, especialista de Surco Salud, el rol de la mujer evolucionó con el tiempo y trabajan tanto dentro como fuera de casa y asumen cada vez mayores obligaciones.
Las mayores responsabilidades pueden generar cuadros de estrés si no se encuentra un adecuado equilibrio entre las actividades y los deberes que cada vez se incrementan, mencionó la especialista.
Tipos de estrés
– Estrés agudo: se produce por exigencias personales.
– Estrés crónico: puede generarse en personas que enfrentan situaciones de pobreza, encarcelamiento o situaciones que requieren una alerta continua.
– Estrés agudo episódico: se manifiesta con angustia continua y sensación de descontrol.
Aunque para muchos estar estresado es algo común, esta situación de preocupación y tensión constante puede ser abordada con terapia psicológica, donde la persona puede encontrar las herramientas y técnicas necesarias para identificar y manejar mejor el estrés.
Los síntomas
El estrés puede manifestarse de diversas formas: “Físicamente, puede causar dolor de cabeza, taquicardia, sudoración, pérdida de apetito, insomnio, pérdida de memoria, entre otros. A nivel psicológico, puede manifestarse con dificultades de concentración, fatiga, irritabilidad o enojo”, señaló la doctora Tarazona.
Por ello la especialista consideró necesario estar atentos a cualquier señal de estrés ya que, si no se trata a tiempo puede provocar enfermedades como diabetes, obesidad, depresión, ansiedad o problemas en la piel, entre otras.
Recientemente, se difundieron los resultados de una encuesta internacional que señala que las mujeres peruanas y los jóvenes son los grupos con mayor índice de estrés.
Al respecto, la especialista dijo que “aunque hay excepciones entre los hombres, ellos también atraviesan situaciones estresantes. Sin embargo, las mujeres tenemos tendencia a asumir ciertas responsabilidades como propias, incluso cuando podrían ser compartidas. Por ejemplo, las labores domésticas. Esto hace que nos carguemos de responsabilidades, y si a eso le sumamos el valor emocional que damos a ciertas situaciones, podrían desencadenarse altos niveles de estrés”.
La psicóloga Yobana Tarazona recomendó practicar técnicas de relajación profunda, como escuchar música relajante o practicar meditación, como una forma de manejar el estrés.
