«Por primera vez en más de 50 años, Estados Unidos regresa a la Luna», declaró Bill Nelson, jefe de la NASA.
El módulo de aterrizaje lunar de la empresa Intuitive Machines logró posar en la Luna y se convierte en la primera nave espacial estadounidense de origen privado en lograrlo en más de 50 años, como parte de una nueva flota de robots comerciales no tripulados -financiada por la NASA- destinada a preparar misiones con astronautas a finales de esta década.
«Podemos confirmar sin duda alguna que nuestro equipo (Odysseus) está en la superficie de la Luna, y estamos transmitiendo» declaró Tim Crain de la compañía estadounidense Intuitive Machines, aliada de la NASA, durante la transmisión en directo en video de la empresa. «Felicitaciones equipo de IM, veremos cuánto más podemos conseguir con esto», añadió.
El módulo hexagonal, que transporta experimentos científicos de la NASA y que mide un poco más de cuatro metros de alto, alunizó cerca del polo sur de la Luna a las 23H23 GMT (6:23 a.m. hora peruana), tras reducir su velocidad.
Odysseus se lanzó el 15 de febrero en un cohete Falcon 9 de SpaceX y cuenta con un nuevo tipo de sistema de propulsión de oxígeno líquido superenfriado y metano líquido que le permitió surcar el espacio en tiempo récord.
En enero, el intento previo realizado por Astrobotic con el módulo Peregrine terminó en fracaso, lo que generó dudas sobre si la industria privada podía repetir la hazaña que la NASA logró por última vez durante su misión tripulada Apolo 17 en 1972.
«Por primera vez en más de 50 años, Estados Unidos regresa a la Luna», dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson, en un video. «Y por primera vez en la historia una empresa privada, una compañía estadounidense, realizó el despegue y completó el viaje», agregó.
Recientemente, India y Japón lograron hacer alunizajes con sus agencias espaciales nacionales. Anteriormente lo habían logrado la Unión Soviética, Estados Unidos y China.
El camino hacia el polo sur lunar
El lugar elegido por Intuitive Machines está situado a unos 300 kilómetros del polo sur de la Luna. El cráter de destino del alunizaje se llama Malapert A, en honor a un astrónomo del siglo XVII.
El polo sur lunar es de especial interés porque contiene agua en forma de hielo, que podría explotarse.
La NASA espera enviar astronautas a la Luna partir de 2026 con sus misiones Artemisa. Para prepararlas quiere estudiar la región más de cerca.
Para conseguirlo usa su nuevo programa CLPS de la NASA, que ha encargado a empresas privadas que lleven su material científico a la Luna, en lugar de desarrollar ella misma vehículos para hacerlo.
Intuitive Machines es una de estas empresas seleccionadas. Su contrato con la NASA para esta primera misión, denominada IM-1, asciende a 118 millones de dólares.
El objetivo es reducir los costos para la agencia pública pero seguir desarrollando la economía espacial. Y eso a pesar de los riesgos.
¿Qué es lo que viene con el módulo lunar?
El módulo de aterrizaje lunar transporta seis cargamentos privados (incluidas unas esculturas del artista contemporáneo Jeff Koons que representan las fases de la Luna) y seis instrumentos científicos de la NASA.
Además, unas cámaras situadas bajo el módulo de aterrizaje lunar analizarán la cantidad de polvo arrojado durante el descenso, con el fin de compararlo con los alunizajes de Apolo.
Otro instrumento estudiará el plasma lunar (una capa de gas con carga eléctrica) y medirá las ondas de radio procedentes del Sol y de otros planetas.
El módulo de alunizaje funcionará con paneles solares. Se espera que esté activo siete días desde el alunizaje. Después quedará inoperativo.