Un estudio reciente revela que cómo iniciamos la mañana puede definir el tono del resto de nuestra jornada.
Una encuesta de Talker Research, realizada entre 2.000 adultos estadounidenses, concluyó que pequeños descuidos en la rutina matutina —como saltarse la ducha, omitir el café o no beber agua— pueden afectar significativamente el desarrollo del día. De hecho, el 49 % de los encuestados afirmó que la mañana «juega un papel importante» en determinar cómo transcurrirá la jornada.
El estudio también mostró que el 37 % de los participantes puede prever si su día será bueno o malo apenas 10 minutos después de despertarse. Además, el 62 % relaciona un mal inicio de la mañana con un día complicado, percepción que aumenta entre los ‘zoomers’ (73 %) y los ‘millennials’ (57 %).
El papel del sueño y el descanso
Dormir bien continúa siendo un factor determinante. Según la encuesta, el 68 % de los encuestados asocia un buen día con haber descansado correctamente, mientras que el 70 % asegura que un sueño reparador contribuye a una jornada más positiva. Sin embargo, el promedio de descanso reportado es de seis horas, mientras que la mayoría considera que una noche ideal debería ser de al menos siete horas.
El estudio también registró que el 87 % de los participantes experimenta molestias al despertar, siendo las más frecuentes dolor de espalda (43 %), dolor articular (37 %) y dolor de cuello (30 %), factores que afectan directamente la mañana.
Recomendaciones para un buen inicio
Entre las estrategias sugeridas para mejorar la mañana destacan respirar aire fresco, hidratarse, estirarse, ducharse con agua tibia o fría, ejercitarse antes de iniciar la jornada laboral y limitar el uso del teléfono durante los primeros 10 minutos tras despertar.
«Cómo empleamos esos primeros minutos de la mañana es crucial para asegurar que el resto del día transcurra de forma adecuada», señaló Arin Schultz, director de crecimiento de Naturepedic, compañía que encargó el estudio a Talker Research.