Pequeñas acciones al iniciar el día pueden marcar una gran diferencia en nuestro bienestar físico y mental, aportando beneficios tanto inmediatos como a largo plazo.
Diversas investigaciones han demostrado que la rutina de la mañana influye en el estado de ánimo, el sistema inmune, la salud intestinal, la función cerebral y la calidad del descanso nocturno. Estos son algunos de los hábitos más recomendados:
Una ducha al despertar
De acuerdo con la profesora Primrose Freestone, de la Universidad de Leicester (Reino Unido), bañarse temprano ayuda a mantener la piel limpia, fresca y con buen olor durante todo el día. Además, elimina sudor, polvo, polen y microorganismos, reduciendo también la proliferación de ácaros que se alimentan de células muertas.
Tomar sol y aire fresco
Investigadores de la Universidad de Auckland (Australia) hallaron que la exposición a la luz natural matutina favorece la respuesta inmune. Para la profesora Jenna Macciochi, de la Universidad de Sussex, “la inmunidad no depende solo de la alimentación o los suplementos, sino también del momento en que el organismo activa sus procesos de defensa”.
Incorporar probióticos
Al amanecer, la acidez estomacal suele estar en su punto más bajo, lo que favorece la supervivencia de los cultivos vivos presentes en alimentos como el yogur. Según Alex Ruani, investigadora del University College London, lo ideal es ingerir probióticos en ayunas o alrededor del primer café o té del día, siempre cuidando que el calor no los destruya.
Vitamina B en el desayuno
Los suplementos del grupo B son aliados de la energía y el rendimiento mental. Tomarlos por la mañana maximiza sus beneficios y evita que interfieran con el descanso nocturno. “Una vez ingerí vitamina B12 en la tarde y terminé sin poder dormir”, comenta Ruani como experiencia personal.
Agua con limón o naranja
Un chorrito de jugo de cítricos en un vaso de agua puede cubrir la dosis diaria recomendada de vitamina C, explica Ruani. Sin embargo, advierte que no es una solución mágica: en personas con reflujo, acidez o sensibilidad dental puede resultar contraproducente.
Suplementos de hierro con vitamina C
La investigadora Linia Patel, de la Universidad de Milán (Italia), recuerda que el hierro se absorbe mejor acompañado de alimentos ricos en vitamina C. Recomienda evitar el café o el té junto a estos suplementos, ya que sus compuestos dificultan la absorción. Para reducir el riesgo de molestias estomacales, sugiere tomarlos junto con una fruta fresca.