La inteligencia artificial “realza los estereotipos y discrimina al género”, revela el estudio hecho por expertos de la organización.
Mucha tecnología, pero poco cerebro. Eso es lo que encuentra la a Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre la inteligencia artificial.
En un estudio que realizaron expertos para analizar qué tan positivos son los avances de esta tecnología. Encontraron, de manera muy alarmante, que los mecanismos de aprendizaje automático refuerzan los estereotipos de las mujeres.
La evidencia de lo que encuentra la UNESCO en su estudio es más que notable. Diferentes cuentas que se dedican a publicar contenido de inteligencia artificial no hace más que mostrar a las mujeres sexualizadas o en escenarios en los que el erotismo es la principal características.
El estudio de la UNESCO califica que la inteligencia artificial ve a la mujer como “un objeto sexual o una máquina de hacer bebés”, según reseña un informe de El País. “Los modelos de lenguaje, como el empleado por ChatGPT, replican los prejuicios de género y raciales o la homofobia”, añade el medio antes citado.
Destacan que no sólo se trata de las imágenes, Los textos que comparten lenguajes de aprendizaje automático como el ChatGPT también suelen discriminar por género.
“Las discriminaciones del mundo real se reflejan en la esfera digital, y también se amplifican. Los modelos como ChatGPT asocian al género femenino con palabras como ‘casa’, ‘familia’ e ‘hijos’ y a los masculinos con ‘comercio, ‘sueldo’ o ‘carrera”.
Le preguntaron a una inteligencia artificial que representara a un hombre y a una mujer de Inglaterra. En los resultados del hombre había más posibilidades de que fuera representado como un profesor, conductor o empleado de banco.
Mientras que en el caso de la mujer, aunque no fue en todos los casos, sí hubo más probabilidad de que la presentaran como una modelo, prostituta o mesera, según reseña el portal TN.
“Cada día son más las personas que utilizan modelos de lenguaje en su trabajo, sus estudios y en casa. Tienen el poder de moldear sutilmente las percepciones de millones de personas. Incluso pequeños sesgos de género en su contenido pueden amplificar significativamente las desigualdades en el mundo real”, dijo Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
* Tomado de FayerWayer