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El ascensor de la Tierra al espacio es una realidad: así sería la construcción de esta obra de ingeniería

El costo de una construcción de este estilo sería de 10.000 millones de dólares. ¿Vale la pena un ascensor al espacio?

La idea de un ascensor que vaya desde la superficie de la Tierra hacia el espacio exterior es una realidad. Diferentes equipos científicos, en los que está involucrada la NASA, se encuentran trabajando en los materiales con los que sería posible una mega obra de ingeniería, de este estilo.

No es fácil y todavía no está estipulada la construcción. Pero es posible que se realice si se juntan varios elementos que permitan su estabilidad y funcionamiento mientras la Tierra gira sobre su eje y se mueve alrededor del Sol.

El portal 3D Juegos explica cómo sería posible el mecanismo de funcionamiento del ascensor al espacio, con un ejemplo que cualquier persona es capaz de comprender.

Imaginen que sostienen una pelota atada de una cuerda mientras están de pie. Si comienzan a dar vueltas sin soltar la cuerda, notarán que la la esférica se levanta, pero al mismo tiempo mantiene la altura siempre y cuando no bajen la velocidad al girar.

Para el caso del ascensor espacial ustedes son la Tierra y la pelota una especie de sonda espacial que se mantiene en la órbita baja de la Tierra.

Hay un tema importante por resolver: encontrar una “cuerda” que soporte la tensión de la velocidad giratoria de la Tierra sobre su eje (1667 kilómetros por hora) y el peso de la estación y de los materiales con los que será fabricado.

Ascensor al espacio
Ascensor al espacio

La única manera de lograrlo sería con nanotubos de carbono y grafeno. El problema a resolver por ahora es que la ciencia no tendría manera de darle forma a una cantidad de la longitud que requiere un ascensor al espacio. Pero cuando eso se resuelva, la construcción iniciará de inmediato.

Un físico de la NASA, llamado Bradley Edwards, dice que el costo de la obra sería de 10.000 millones de dólares. En 2004 dijo que tardaría 15 años en realizarse. Si empezaban en aquel entonces, ya lo tendríamos, pero hay todavía asuntos científicos por resolver.