Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) desarrollaron un material blando y gelatinoso que funciona como cartílago artificial y, al mismo tiempo, actúa de manera “inteligente” contra la artritis.
El gel puede almacenar medicamentos antiinflamatorios y liberarlos únicamente cuando son necesarios, respondiendo a cambios en el pH del cuerpo. De esta forma, la terapia se activa directamente en las articulaciones afectadas, lo que reduce posibles efectos secundarios y aumenta la eficacia del tratamiento.
Durante un brote artrítico, la zona inflamada se vuelve más ácida que el tejido sano. Ese cambio desencadena que el gel se ablande y libere las moléculas de fármacos encapsuladas en su estructura, actuando de manera localizada.
Los expertos señalan que, usado como cartílago artificial, este enfoque permitiría un tratamiento continuo y más preciso para la artritis, ofreciendo alivio del dolor y control de la inflamación.
Aunque todavía son necesarios ensayos clínicos antes de aplicarlo en pacientes, los investigadores destacan que la tecnología podría beneficiar no solo a personas con artritis, sino también a quienes padecen otras enfermedades como el cáncer, según publicaron en la revista Journal of the American Chemical Society.