Especialista explica la importancia de reconocer y validar las emociones de los hijos
Enseñar a nuestros hijos a manejar sus emociones en lugar de reprimirlas les permitirá afrontar situaciones de crisis con una buena actitud y superar distintas dificultades que la vida les ponga por delante.
De acuerdo con Denisse Dávila Rubina, psicóloga y coach emocional, algunos padres suelen seguir un estilo de crianza tradicional, es decir, enseñan a sus hijos a guardarse todo e ignorar lo que sienten, sin saber que están dañando profundamente su bienestar emocional.
“Es responsabilidad de los padres decidir si quiere seguir educando a sus hijos de una manera arcaica, bajo reglas de castigo, gritos y maltrato, o basar su educación y la crianza en el respeto y el reconocimiento del niño como ser humano”, dijo.
Ante esta situación, recomendó a los padres o tutores fomentar la educación emocional, una propuesta pedagógica que le permite al menor entender y controlar sus propias emociones, ayudándolo a reducir el estrés, a comunicarse efectivamente, tener empatía con otras personas y aminorar conflictos.
Con el paso del tiempo, el niño no solo aprenderá a reconocer y valorar lo que siente sino también se fortalecerá su salud mental y emocional, para enfrentar los problemas en todos los aspectos de su vida, anotó la especialista.
Para lograr este cambio, los padres deben reflexionar e identificar el estilo de crianza que ejercen, así como las creencias que comparten con su hijo. Por ejemplo, decirle que los hombres no lloran, que está exagerando o que se enoja por todo, son algunas frases que minimizan e invalidan sus emociones.

Por esta razón, agregó que es importante no categorizar las emociones como buenas o malas, ya que cada una tiene un momento y un espacio adecuado y conveniente para que aparezcan.
“Es un reto para los padres incorporar desde pequeños esta nueva filosofía de la educación emocional porque implica una inversión de tiempo, esfuerzo y energía; sin embargo, el empeño que pongan en los primeros años hará que el cambio emocional cuando entren a la adolescencia sea menos complicado”.
El primer paso para iniciar la educación emocional es respetar las emociones y opiniones de los niños, dándoles espacio y tiempo para que las expresen y aprendan a regularlas. A continuación, algunas recomendaciones para fomentar este proceso en los niños desde la crianza:
Reconocer emociones
Según la especialista, existen más de 500 emociones, pero la mayoría de personas solo conoce entre 5 y 10, por lo que resulta más difícil explicarle a los niños que hay múltiples adjetivos que podemos usar para describir lo que sentimos y pensamos.
Entonces, ¿cómo lo hacemos? Un tip es usar fotografías de rostros o dibujos y preguntarles qué ven. Si está triste, preguntarles por qué creen que lo está. Este es un modo perfecto para que aprendan a reconocer sus emociones poco a poco y también las de los demás, lo que les permite desarrollar empatía.
Verbalizar las emociones
Para desarrollar la inteligencia emocional, es necesario poner en palabras las emociones. Los niños deben conocer y decir lo que sienten, además de explicar el por qué de esa emoción. Algunos ejemplos son: “estoy triste porque no gané el juego”, “estoy contento porque mañana iremos de paseo”, “tengo miedo de que cierres la puerta porque me dejas solo”.
Una manera de alcanzar esta verbalización de las emociones es mediante preguntas constantes sobre su estado de ánimo: ¿cómo te sientes ahora? ¿por qué te sientes así? ¿qué puedo hacer para ayudarte?
Lectura emocional
Otra recomendación es leer cuentos para activar las emociones. La lectura nos ayudará a conocer distintos comportamientos ya sea apropiados o inapropiados en los personajes, desarrollando así empatía con cada uno de ellos para comprender las emociones que se manifiestan en la historia.