El asteroide 2023 CL3 registrará su mayor acercamiento a la Tierra el próximo 24 de mayo, al alcanzar una distancia de 7.2 millones de kilómetros respecto a nuestro planeta.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) acaba de agregar a su lista de acercamientos cercanos a la Tierra (NEO Earth Close Approaches), un asteroide que, identificado como 2023 CL3, ha llamado la atención de los científicos.
De acuerdo con los cálculos de la NASA, el asteroide 2023 CL3 registrará su mayor acercamiento a la Tierra el próximo 24 de mayo, al alcanzar una distancia de 7.2 millones de kilómetros respecto a nuestro planeta.
Si bien la distancia del asteroide con la Tierra es suficiente para considerar al 2023 CL3 como perteneciente a la lista de los objetos espaciales que se acercan al planeta y que deben ser estudiados para monitorear posibles amenazas, lo cierto es que el cuerpo pasará a una distancia equivalente a cerca de 19 veces la separación que hay entre la Tierra y la Luna.
Lo que en realidad llama la atención alrededor del 2023 CL3 es su tamaño y la velocidad a la que viaja. Hablamos de un cuerpo con un diámetro estimado de hasta 200 metros que se acerca al globo terráqueo con una velocidad de 7.42 kilómetros por segundo. La combinación entre las dimensiones del asteroide y la velocidad de desplazamiento es lo que ha causado sorpresa entre ciertos grupos de investigadores del espacio, quienes han calificado al 2023 CL3 como un asteroide “potencialmente destructor”.
Lo cierto es que, de la misma manera que sucede con otros cuerpos celestes incluidos en la NEO, la NASA mantiene un riguroso seguimiento de este asteroide para trazar su trayectoria precisa y determinar si representa una amenaza real para la Tierra.
Hasta el momento, no se ha emitido ninguna alerta de riesgo inminente por el organismo, con lo que los habitantes del planeta, por ahora, pueden estar tranquilos. No obstante, la detección de cuerpos celestes con las características del asteroide 2023 CL3 pone sobre la mesa el debate sobre la necesidad de aumentar la inversión en la investigación espacial y la detección temprana de estos cuerpos.
En 2016, la NASA creó la oficina Planetary Defense Coordination Office (PDCO, por sus siglas en inglés) dedicada a supervisar proyectos de detección y clasificación de los objetos cercanos a la Tierra que pudieran representar una amenaza para el planeta. A decir del organismo, parte de las funciones de la PDCO es “brindar información oportuna y precisa al gobierno, los medios de comunicación y el público sobre los acercamientos cercanos a la Tierra por parte de objetos potencialmente peligrosos (PHO) y cualquier posible impacto”.
¿La Tierra puede protegerse de un asteroide devastador?
Así, dicha oficina “patrocina estudios de tecnologías y técnicas para desviar un asteroide de un curso de impacto previsto con la Tierra. Está desarrollando misiones para demostrar esas tecnologías y determinar su efectividad en caso de que estas técnicas deban utilizarse contra una amenaza de impacto de asteroide prevista”.
Desde la creación de este organismo, mucho se ha avanzando en la investigación y experimentación para desarrollar mecanismos que puedan defender la Tierra de posibles impactos de asteroides o cometas que pongan en riesgo la vida en el planeta.
El caso más reciente y exitoso es la misión DART (Double Asteroid Redirect Mission), cuyo objetivo fue redirigir la trayectoria de un asteroide que viajaba a 15,000 millas por hora al impactarlo con un satélite.
La NASA estimó que para que DART tuviera éxito necesitaba cambiar el periodo de la órbita del asteroide llamado Dimorphos en 73 segundos o más. Luego de un choque exitoso y tras recopilar, estudiar y analizar los datos de la misión, el organismo aseguró que DART logró modificar el periodo de la órbita en 32 minutos, es decir, en más de 25 veces el punto de referencia citado.
El éxito de la misión Dart fue un avance histórico en la carrera de los científicos por desarrollar un verdadero “escudo espacial” que proteja a la Tierra de posibles impactos. No obstante, aún existe mucho trabajo e investigación por hacer para hablar de una protección real para el planeta.
Detecciones de asteroides como el 2023 CL3 más que ser leídos como el augurio del fin del mundo, debe entenderse como recordatorios de la importancia que tiene la investigación espacial.
* Tomado de Wired