La agencia espacial está buscando alternativas que permitan que el programa para traer muestras de la superficie del planeta rojo se realice en el menor tiempo posible y con un costo mínimo.
Los especialistas de la NASA solicitaron este lunes propuestas a los centros pertenecientes a la agencia espacial y a compañías privadas para lograr la devolución a la Tierra de las primeras muestras recolectadas en Marte, después de que una evaluación independiente mostrara los crecientes costos y los retrasos en el cronograma relacionados con el diseño del programa para traer las muestras a nuestro planeta.
La NASA y la Agencia Espacial Europea habían elaborado un plan que debía permitir transportar hasta la Tierra las rocas y el regolito que ha estado almacenando el róver Perseverance desde que inició su misión hace tres años. Este plan involucraba no menos de cinco vehículos para transportar las muestras recogidas, incluidos un nuevo módulo de aterrizaje, una nave espacial y dos pequeños helicópteros.
No obstante, en septiembre de 2023 una junta de revisión independiente concluyó que el programa Mars Sample Return se prolongaría hasta 2040 y costaría entre 8.000 y 11.000 millones de dólares. «La conclusión es que un presupuesto de 11.000 millones de dólares es demasiado caro y una fecha de retorno de 2040 está demasiado lejos», indicó el administrador de la NASA, Bill Nelson, quien recalcó que se buscan alternativas para que la misión se realice «en un tiempo razonable» y «sea asequible» ejecutarla.
Canibalizar otros programas de la NASA
A su vez, Nelson consideró que «es inaceptable esperar tanto» para la devolución de las muestras, puesto que en la década de 2040 se tiene previsto llevar a los primeros «astronautas a Marte». Para ser viable, el programa debería costar aproximadamente entre 5.000 y 7.000 millones de dólares y ser capaz de recuperar las muestras en 2030, especificó el máximo responsable de la agencia espacial estadounidense.
El administrador sostuvo que el presupuesto estimado por la junta de revisión «canibalizaría otros programas» de la NASA, como la misión Dragonfly a Titán (la luna de Saturno) y la misión NEO para encontrar y rastrear objetos potencialmente peligrosos. Sin embargo, la administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, Nicola Fox, declaró que, pese a las restricciones presupuestarias actuales, existen opciones que permitirían que la misión siga adelante.
«Lo que esperamos es poder recuperar algunas arquitecturas más tradicionales, probadas y verdaderas, cosas que no requieran grandes avances tecnológicos, pero que tengan una gran herencia», comentó Fox, que explicó que con esta iniciativa se podrá «reducir el riesgo y el costo y también el tiempo de desarrollo» del programa. «Cualquier cosa que requiera grandes avances tecnológicos, por lo general, según la experiencia, requiere mucho tiempo», agregó.
Los miembros de la NASA detallaron que el plazo para presentar las propuestas será hasta el próximo 17 de mayo, y que en otoño de este año se dará a conocer qué proyectos han sido seleccionados. Pese a que se mencionó que la solicitud de propuestas se publicaría este martes, el lunes Elon Musk aseguró en la red social X que el cohete Starship de SpaceX «tiene el potencial de devolver un gran tonelaje desde Marte en unos 5 años».
Los obstáculos al desarrollo de la misión se deben a las restricciones presupuestarias impuestas por el Congreso de EE.UU. en el proyecto de ley de gastos de la NASA para el año fiscal actual. Por su parte, Nicola Fox explicó que la agencia planea gastar 310 millones de dólares en 2024 para el programa Mars Sample Return, que es menos de un tercio de los casi 940 millones solicitados inicialmente. Para el siguiente año fiscal, la NASA solicitó alrededor de 200 millones de dólares.