La fusión nuclear, la misma energía que ilumina al Sol y a las estrellas, ha dejado de ser un sueño de ciencia ficción. Por primera vez en la historia, un equipo de científicos ha logrado una reacción que produce más energía de la que consume, abriendo la puerta a un futuro de energía limpia, segura y prácticamente ilimitada.
Un sueño que está más cerca de la realidad
A diferencia de la fisión nuclear, que es utilizada en las plantas actuales y genera desechos radiactivos, la fusión nuclear une dos átomos para formar uno más pesado, liberando enormes cantidades de energía en el proceso.
Durante décadas, los científicos han perseguido el “santo grial” de la energía: una fuente potente que no emita gases de efecto invernadero y consuma muy poco combustible. El reto: reproducir en la Tierra las condiciones extremas del Sol.
La chispa que lo cambió todo
El histórico avance se logró en la National Ignition Facility (NIF), del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California. Los investigadores utilizaron 192 de los láseres más poderosos del mundo para impactar una cápsula del tamaño de un guisante, que contenía hidrógeno e isótopos. La energía de los láseres calentó la cápsula a millones de grados, forzando a los átomos a fusionarse y generando una reacción nuclear.
Por primera vez, se alcanzó una ignición: la reacción produjo 3.15 megajulios de energía, mientras que los láseres consumieron solo 2.05 megajulios, logrando así una ganancia neta de energía.
El futuro de la humanidad en una cápsula
Este logro no es solo un experimento exitoso; es la evidencia de que la fusión nuclear es posible. Aunque pasarán décadas antes de que esta tecnología pueda alimentar ciudades y hogares, representa un avance crucial hacia un mundo sin combustibles fósiles y con una fuente energética capaz de mitigar la crisis climática.
Además, la fusión nuclear no genera desechos peligrosos, no requiere combustibles tóxicos y el riesgo de accidentes es mínimo. En pocas palabras, es la energía del futuro.