A 22 se elevó el número de fallecidos por el terrible incendio del jueves 23 de enero pasado, ocurrido por el escape de gas licuado de petróleo de un camión cisterna en Villa El Salvador, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
La nueva víctima mortal es un menor de 15 años de edad, identificado con las iniciales C.F.R.S., quien dejó de existir en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de San Borja.
A continuación, publicamos la lista proporcionada por el Minsa, actualizada hasta las 13.30 horas de hoy con los nombres de los fallecidos, sus edades y los establecimientos de salud donde expiraron:
El jueves 23 de enero, pasadas las 06:00 horas, la rotura de la tubería de un camión cisterna que transportaba gas licuado de petróleo (GLP) provocó una deflagración e incendio que dejó más de 50 heridos y cerca de 20 viviendas afectadas.
De acuerdo con el informe de la Dirección de Seguridad del Estado, los factores que determinaron esta tragedia fueron el mal estado de la pista, la falta de dispositivos de seguridad del camión cisterna y la conducta imprudente del chofer.
Una vez ocurrido el siniestro, bomberos, policía y personal de salud se hicieron presentes en la zona para trasladar a los heridos a los nosocomios más cercanos, así como brindar ayuda a los damnificados.
La ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza, informó que más del 50 % de los heridos estaba en estado crítico y con quemaduras que comprometían el 80 % y 90 % de sus cuerpos.
Garantizó la cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS) para todas las personas afectadas por el siniestro y que ninguno de ellos tenía que pagar ni un sol por la atención médica recibida.
Destacó, asimismo, la respuesta brindada por las instituciones, así como de la ciudadanía al donar sangre para los heridos de esta deflagración.
También agradeció los donativos de piel humana hechos por instituciones de salud de Estados Unidos y Brasil.
Por su parte, el Gobierno resolvió declarar, el pasado 30 de enero, el estado de emergencia por 60 días calendario en la zona afectada por la deflagración, a fin ejecutar las medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias, de respuesta y rehabilitación que correspondan.