La región Tumbes vive una temporada turística en alza impulsada por el espectáculo natural del avistamiento de ballenas jorobadas. Solo en el primer semestre del 2025, los hospedajes de la zona recibieron 144,857 visitantes, lo que representa un crecimiento de 7.8 % respecto al mismo periodo del 2024, informó la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur).
El flujo de turistas se intensificó en los últimos meses gracias a las ballenas, sumándose al atractivo de las playas paradisíacas y el clima privilegiado de esta parte del norte peruano.
De acuerdo con Córpac, entre enero y junio llegaron 102,615 pasajeros al aeropuerto de Tumbes, cifra que se complementa con quienes ingresan por vía terrestre y los visitantes ecuatorianos que cruzan la frontera desde Cuenca, Guayaquil y El Oro.
El Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes también atrajo la atención de los viajeros, recibiendo 757 visitantes interesados en recorrer las islas Los Pájaros, Hueso de Ballena y el zoo criadero de cocodrilos.
No obstante, las playas siguen siendo el destino más concurrido, especialmente entre julio y setiembre, cuando la presencia de ballenas y ballenatos es más notoria. El promotor turístico Juan Pablo Testino Samanez destaca que cada día recibe turistas nacionales y extranjeros atraídos por esta experiencia. A ello se suma el testimonio del operador Dany Pazos, quien señala que en Tumbes incluso se pueden avistar ejemplares de ballena azul, reconocibles por su soplido, su estilizada aleta dorsal y sus largas aletas pectorales.
La oferta turística se completa con la rica gastronomía tumbesina, que conquista paladares con la leche de pantera, sudado de mero, ceviche de langostino, el tradicional caldo de bolas, patacones, chicharrón de chancho con café de olleta y postres como el antecoco.