La reciente muerte de Darwin Condori, suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) y principal sospechoso del feminicidio de Sheyla Cóndor, ha desatado una ola de interrogantes que cuestionan la versión oficial de los hechos. Condori fue encontrado sin vida en la habitación 303 de un hostal en San Juan de Lurigancho, en circunstancias que muchos consideran inusuales y mal manejadas.
Escena bajo sospecha
El cuerpo de Condori fue hallado con signos de estrangulamiento, suspendido por una correa en el soporte de un televisor, y presentaba cortes en ambas muñecas. La Policía manipuló el cadáver sin la presencia de un médico legista o fiscal, lo que no solo contraviene los protocolos establecidos, sino que también plantea dudas sobre la preservación de la escena del crimen.
El coronel Ricardo Espinoza, jefe de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri, justificó el accionar policial alegando que los agentes actuaron bajo la suposición de que Condori aún tenía signos vitales. Sin embargo, esta explicación no ha convencido a la opinión pública, especialmente tras conocerse detalles como la escasa altura desde donde supuestamente se colgó, la falta de sangre en el lugar y el peso que habría soportado el frágil rack del televisor.
Detalles del levantamiento del cadáver
Según el acta oficial, el cuerpo de Condori presentaba una herida en la muñeca izquierda de 6.5 centímetros de largo, un surco en el cuello compatible con ahorcamiento y otras lesiones. No obstante, la presencia de estas marcas y la posición del cuerpo han llevado a muchos a especular que no se trató de un suicidio, sino de un asesinato encubierto.
El abogado de la familia de Sheyla Cóndor, Aarón Alemán, señaló en declaraciones a RPP que aún no se descarta la posibilidad de que Condori haya sido silenciado para proteger a otros involucrados en el caso.
Reacciones y críticas
Ana Jara, ex presidenta del Consejo de Ministros, fue una de las primeras figuras públicas en cuestionar lo ocurrido. A través de sus redes sociales, criticó el manejo de la escena por parte de la Policía y pidió acceso a las grabaciones de las cámaras del hostal para esclarecer lo sucedido.
“La rigidez del cuerpo indica que el rigor mortis ya había comenzado. Los policías están entrenados para identificar a una persona sin signos vitales. ¿Por qué contaminaron la escena?”, escribió Jara, generando eco entre miles de usuarios.
Una muerte que no cierra
El caso Sheyla Cóndor sigue siendo uno de los más impactantes en lo que va del año. La joven de 26 años fue encontrada sin vida dentro de una maleta en un condominio de Comas, y Darwin Condori era señalado como el principal sospechoso. Ahora, con su muerte, se abren nuevas interrogantes sobre el accionar policial y posibles encubrimientos dentro de la institución.
Las investigaciones aún están en curso, pero las dudas persisten. ¿Fue realmente un suicidio, o alguien quiso silenciar a Condori? La presión pública exige respuestas claras y justicia para Sheyla Cóndor.