El Perú avanza en la renovación de su flota militar con la adquisición de tanques K2 Black Panther y vehículos blindados K808, tras firmar un acuerdo estratégico con la empresa surcoreana Hyundai Rotem. Este convenio, oficializado el 16 de noviembre de 2024, marca el inicio de un proceso que incluirá la definición de especificaciones técnicas, cantidades a adquirir y cronogramas de entrega, aunque aún no se ha establecido una fecha exacta para la llegada de los nuevos blindados.
Un salto tecnológico para el Ejército
El K2 Black Panther, con un costo estimado de 8,5 millones de dólares por unidad, es reconocido como uno de los tanques más modernos y avanzados del mundo. Esta adquisición busca reemplazar a los veteranos T-55, incorporados a las filas del Ejército en los años 70, y posiciona al Perú a la par de países como Corea del Sur y Polonia, que ya operan esta tecnología de vanguardia.
En el ámbito regional, los K2 Black Panther representan un avance considerable frente a los blindados de países vecinos como Chile, que cuenta con los Leopard 2A4, y Brasil, operador de los Leopard 1A5. Con esta decisión, el Perú refuerza su capacidad defensiva y disuasoria, además de equilibrar las fuerzas militares en la región.
Tecnología de vanguardia
Los K2 Black Panther destacan por sus innovaciones tecnológicas, que incluyen:
- Potencia de fuego: Su cañón de 120 mm con proyectiles inteligentes puede atacar objetivos ocultos a más de 8 km, golpeándolos desde ángulos estratégicos.
- Movilidad: La suspensión hidroneumática ajustable permite adaptarse a terrenos accidentados y superar obstáculos con facilidad.
- Protección avanzada: Su blindaje modular y sistemas de defensa activa garantizan una resistencia excepcional frente a amenazas.
- Sistema de control de fuego: Herramientas como visión térmica y un telémetro láser aseguran una precisión inigualable en condiciones adversas.
- Capacidades de comunicación: El tanque opera como parte de una red integrada, optimizando las tácticas de combate.
Próximos retos
La incorporación de esta tecnología requiere alinear la infraestructura militar, garantizar el suministro de repuestos y capacitar al personal para operar y mantener estos avanzados vehículos. El Perú deja atrás su dependencia de blindados obsoletos, como los T-55, que aunque significativos en conflictos pasados, no cumplen con las demandas actuales.
En los próximos meses, el Ejército definirá los detalles del acuerdo, incluyendo los programas de entrenamiento y los planes de despliegue de esta nueva flota, marcando un hito en la modernización de las fuerzas armadas peruanas.
