¡Sumaron posiciones! El año pasado, los universitarios quedaron en el top 19 tras la construcción del astromóvil.
Por Camila Julón de Agencia Andina
El concurso Human Exploration Rover Challenge (HERC) 2024 de la NASA busca promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. Los estudiantes del Proyecto Ares de la Universidad de Piura regresaron para competir con su propio vehículo espacial y lograron entrar en el top 10 luego de enfrentar a universidades de todo el mundo.
El HERC del 2024 es una de las competencias más grandes realizadas por la NASA y cuenta con diversas divisiones, en las que pueden participar tanto alumnos de universidad como alumnos de secundaria.
Este concurso internacional tiene como objetivo encontrar y promover a que las jóvenes mentes desarrollen nuevas tecnologías que puedan ayudar, en un futuro, a planificar y ejecutar diversas misiones espaciales.
En ese sentido, el Proyecto Ares – un grupo estudiantil universitario encargado de promover innovadoras posibilidades en lo que respecta a la exploración espacial- se aventuró a construir un Vehículo de Propulsión Humana (VPH), el cual pasó una serie de pruebas que simulen el desafiante y accidentado terreno de la superficie de Marte, el planeta más próximo a la Tierra y al que la NASA espera enviar misiones de exploración con astronautas en un futuro.
El presidente del proyecto Ares, Sebastián Adanaqué, de 21 años, dijo a la Agencia Andina que, en esta edición, el equipo se ha reforzado con estudiantes de ingeniería, así como de otras carreras.
En el HERC 2023 lograron quedar en el puesto 19 de entre 200 universidades a nivel mundial. Para esta edición, los estudiantes de ingeniería encargados del diseño y construcción del astromóvil no tuvieron que preocuparse de todo lo relacionado a presupuestos o comunicación.
“En la competencia pasada solo incluimos a gente de ingeniería, pero en esta edición he querido incorporar a todos, para tener el aporte de todos. Alguien debe concentrarse, por ejemplo, en la construcción y no debería estar viendo lo que tiene que ver con dinero porque existe una especialidad, una carrera y gente para eso”, declara.
Esta apertura a otras carreras no solo logró hacer que el equipo funcionara de manera más orgánica, y así obtuvieran el puesto 10 de entre las 85 universidades, también les permitió sumar un reconocimiento de la NASA por su gran labor en la difusión de las áreas STEM en redes sociales. Este econocimiento los posicionó por encima de las más de 200 universidades a nivel mundial que competían en el evento.
La construcción del rover se desarrolló en Lima gracias a un convenio con el SEMAN de la FAP. Una vez finalizado fue llevado a Piura, a las instalaciones de la Universidad para que el equipo pudiera darle los últimos arreglos y comprobar su funcionamiento.
Los miembros del equipo trabajaron en el diseño del vehículo espacial de lunes a sábado para mantener las fechas establecidas en su calendario y dejar el astromóvil listo antes del inicio de clases, pues una vez iniciado el ciclo regular volverían a Piura para continuar con sus estudios. Este convenio con la FAP se concretó debido a que los estudiantes debían buscar sus propios medios para solventar los gastos que conllevó la creación y producción del rover y una de sus estrategias son los convenios.
A diferencia de otros concursos, en el HERC de la NASAno se puede utilizar materiales comerciales. Todos los elementos deben ser creados por los alumnos, por lo que deben empezar desde cero. Sin embargo, existe un equipo dedicado solo a la búsqueda de patrocinadores, quienes se acercan a empresas privadas con el fin de convencerlos de colaborar, participar y apoyar el crecimiento de las ciencias en el Perú al apoyar el proyecto.
El Proyecto Ares trabajó el diseño de manera virtual, y así realizó pruebas en laboratorio digital para encontrar la versión que mejor funcione y cumpla con los requisitos que pide la competencia. Algunos de los requisitos que pide la NASA es que en el vehículo pueda entrar en un cubo de 1.5 metros por cada lado. Además, debe pesar menos de 70 kilos, ser plegable y el tiempo de recorrido debe ser corto. Aparte de eso, se debe diseñar una herramienta que permita que el vehículo cumpla con una serie de tareas mientras realiza dicho recorrido.
Para financiar los viajes y la construcción del astromóvil, el equipo del Proyecto Ares recaudó fondos mediante actividades promovidas en sus redes sociales.
Siendo el único representante del Perú, los miembros del grupo Ares se sienten muy orgullosos y felices de haber sido seleccionados. “Postulan alrededor de 320 universidades a nivel mundial, de las cuales la NASA solamente escoge a 80, entonces ya desde ahí, creo yo, es un logro total. Es sentirse orgulloso de lo que tú mismo construyes”, destaca. La preselección incluyó una revisión de su diseño.
Por su parte, José Rodolfo Palacios Elías, miembro del equipo y director de Ingeniería, dijo a la agencia Andina que el equipo empezó el viaje con el espíritu en alto, pues el vehículo espacial que diseñaron llegó en óptimas condiciones. Los 15 seleccionados de la delegación lograron sacar su visa sin ningún obstáculo y los pocos inconvenientes que tuvieron con el rover fueron arreglados rápidamente, pues estaban listos para esa situación.
La competencia empezó el 18 y culminó el 22 de abril. En el primer día se realizaron las inscripciones y el proceso de ensamblaje. Además, un miembro del equipo recorrió el circuito a pie para que tome en cuenta el tipo de terreno y las tareas que el se debían realizar.
El 19 de abril se continuó con el proceso de ensamblaje, pues un vehículo grande. Al día siguiente, se inició la carrera. Durante el recorrido, tuvieron que parar repetidas veces para solucionar algunos inconvenientes con el mecanismo, pero el tiempo estuvo bien.
El 21 de abril, el segundo y último día de carrera, el vehículo ya contaba con las correcciones respectivas y pudieron mejorar el tiempo del primer día. También se incluyen los minutos invertidos en la revisión y el despliegue del rover, con los que también rompieron récord grupal y el tiempo total llegó a 7 minutos con 46 segundos. La jornada concluyó con 106 puntos entre tareas, obstáculos y otras evaluaciones.
Al ser anunciados dentro del Top 10, Palacios confesó que fue una emoción increíble. «Fue realmente muy emocionante esa situación, porque todos empezamos a saltar como locos, subimos al escenario y recuerdo muy bien que Sebastián iba adelante. Empezamos a gritar, a cargar la bandera de Perú y bueno, fue una experiencia que de verdad nunca la había vivido antes a pesar de que es mi segunda vez participando en Ares. Espero que para la siguiente edición los chicos de Ares tengan también este sentimiento de pertenencia al equipo y sería muy importante que a partir de ahora se incluya a todas las carreras como Sebastián lo ha hecho en este momento», declaró.
Por otro lado, Adanaqué expresa que el equipo seguirá buscando subir en el ranking y que esta experiencia no solo les ha permitido mostrar el nivel que tiene el Perú, sino que también ha permitido que, al ver las creaciones de otras universidades, aprendan más y puedan poner más elementos a prueba el próximo año.
«Hay que ir mejorando, buscar siempre la excelencia. No basta, como digo siempre, con hacer las cosas bien, hay que hacerlas excelente. Hay que salir de esa zona de comfort y es lo que he tratado de inculcar, y creo yo que se ha logrado, en todo el equipo desde que empezó el proyecto».
Al ser el último año que ambos estarán en el equipo, los jóvenes ingenieros buscan dejar una buena racha para que los siguientes miembros puedan seguir mejorando y dejando el nombre de su universidad y del país en alto.